Luego el empate sin goles entre Valledupar FC y Chicó en el estadio Armando Maestre Pavajeau, el técnico local Gerardo Bedoya aseguró que el partido cambió cuando su equipo se quedó con diez por la expulsión del mediocampista Aldair Solano.

Así lo señaló Bedoya, en la rueda de prensa posterior al juego disputado el pasado domingo, en la cual resaltó que, cuando el cuadro vallenato estaba completo, eran “dueños” de la pelota y del juego.

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“Cuando teníamos once jugadores teníamos el control del juego, nosotros éramos los que controlábamos la dinámica y la intensidad”, comentó el timonel de 46 años. En cuanto a la jugada que dejó con un jugador menos a Valledupar durante toda la segunda etapa, Bedoya reconoció que esta condicionó a los verdiblancos.

Lo sufrimos, con 10 jugadores no es bueno jugar, cuando perdimos el jugador con la expulsión perdimos el control de juego, la intensidad cambió”, lamentó el exlateral de la selección Colombia. Sin embargo, el estratega verdiblanco valoró el esfuerzo de sus dirigidos y subrayó que tuvo que “ajustar al equipo” para sumar el valioso punto.

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Este equipo es duro, es el campeón del primer semestre, así que algo tiene.  Nos costó [con diez], hubo que hacer cambios, tratar de ajustarlos, para que no nos llegara como nos estaban llegando en el segundo tiempo, tres veces en primeros minutos donde hubo tres postazos.  Por eso hay que hacer dos balances diferentes”, recalcó Bedoya.

En dos encuentros, Valledupar no conoce la victoria, más allá del buen funcionamiento mostrado tanto en Neiva como en la capital del Cesar.

Boyacá Chicó es un rival al que nunca ha podido vencer Valledupar. En 7 partidos, los de Tunja ganaron 4 y los cesarenses solo pudieron ‘rascar’ tres empates.

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