En medio de la presentación del proyecto para que el estadio de Ibagué cambie su nombre, que se llevó a cabo en la mañana del lunes 10 de octubre de 2022 en las instalaciones del Concejo Municipal, uno de los periodistas deportivos de la región más reconocidos en la escena nacional, como lo es Nelson Enrique Ascencio, hizo una dura revelación acerca del estado de salud del máximo accionista del Deportes Tolima.

Durante la sesión, en el que Ascencio y un grupo de comunicadores dieron a conocer su intención de que el máximo escenario deportivo de los ibaguereños deje de llamarse ‘Manuel Murillo Toro’ y pase a denominarse justamente ‘Gabriel Camargo Salamanca’, en homenaje al hombre que ha llevado las riendas del club en su era más exitosa.

De acuerdo con la versión del periodista, el dirigente boyacense de 80 años de edad, diagnosticado en marzo pasado de un agresivo cáncer de tiroides, no regresará a sus funciones al mando del equipo, donde ha sido reemplazado por su hijo, César Camargo Serrano, debido a que su condición de salud habría llegado a un estado irreversible en algunas capacidades comunicativas, que impiden su regreso.

Gabriel Camargo, dueño del Tolima, perdió el habla

“Hoy en día don Gabriel no volverá a la vida pública. Regresó de los Estados Unidos después de un tratamiento experimental de 3 meses por un cáncer de garganta. Retornó el sábado anterior a la capital de la República y la idea es prolongarle unos días de vida. Nadie sabe cuántos días van a ser, porque repito, el tratamiento es experimental”, manifestó Ascencio.

“Perdió el habla, algo muy duro para una persona enseñada a mandar, a ordenar, un líder desde todo punto de vista: fue senador en dos periodos, y dirigente del Deportes Tolima y miembro de la Federación Colombiana de Fútbol. No volverá a la vida pública y se dedicará a su recuperación”, enfatizó el comunicador, de quien es sabido es muy cercano a la dirigencia del club ‘Pijao’.

De acuerdo con el relato de Ascencio, el excongresista y propietario del emporio avícola Incubacol, además de su pasión por el balompié, está afectado en su ánimo. “Es normal, tiene 80 años y el cáncer es muy agresivo. Queda ver qué se puede hacer y ya con la voluntad de Dios saber hasta cuándo nos va a acompañar”, puntualizó en su intervención, que conmovió a los presentes en el cabildo.

Cabe destacar que a principios de septiembre el club, mediante comunicado de prensa, confirmó que al veterano directivo, quien era sometido a un riguroso tratamiento en la clínica Mayo de los Estados Unidos, le fue extirpada la glándula tiroides. Y su evolución avanzaba de forma satisfactoria, aunque con algunas secuelas que poco a poco se han ido conociendo por parte de los aficionados.

El hombre que le dio tres títulos ligueros al elenco ‘Vinotinto y Oro’, una Copa Colombia y una Superliga; que lo llevó a disputar en nueve ediciones la Copa Libertadores y nueve más la Sudamericana, y con el que llegó a ocho podios más del FPC, en los que se quedó a puertas de la gloria, empezará a vivir su retiro. Con un legado que, más allá de las polémicas en torno a su nombre, ha dejado huella en el FPC.

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