Esta situación obedece a que la suspensión de los campeonatos profesionales por la pandemia del coronavirus está afectando a muchas carreras bien remuneradas, pero que también son muy cortas.
“El porcentaje de aquellos que están preocupados por su futuro es significativamente elevado”, subrayó el sindicato de jugadores, Fifpro, tras un estudio junto a la Universidad de Ámsterdam, Países Bajos.
Al respecto, Michael Bennett, responsable de la salud de lo deportistas en la Federación Inglesa, dijo estar “muy preocupado por el equilibrio emocional y mental de muchos”.
Y añadió que el regreso de la competición en las próximas semanas o meses puede que no sea el remedio a sus males, ya que muchos temen al riesgo de contaminación por el COVID-19.
“Si metemos presión sobre los jugadores para hacerlos volver a un medio en el que podían sentir su seguridad en peligro, aumentaría su ansiedad”, subrayó Jonas Baer-Hoffmann, secretario general de Fifpro.
“La salud mental no debe ser un pretexto para recuperar la competición demasiado pronto”, concluyó.
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