“Todavía creo que lo estamos haciendo muy bien en nuestro deporte y tenemos que mantener eso, la integridad y la forma en que nos tratamos unos a otros, porque es un deporte con clase”, apuntó en una conferencia de prensa en la ciudad de Shanghái, donde se está disputando el Masters 1000 de tenis.

Además, añadió, “los ‘ballkids’ son muy importantes para nosotros, porque también son quizás el futuro de nuestro juego, como lo fui yo”, añadió el número dos del mundo, quien en su infancia fue recogepelotas durante dos años.

La polémica surgió hace unos días tras la publicación de un vídeo en el que aparece Verdasco (baja de último momento en Shanghái por agotamiento) gritándole a un niño por su tardanza en llevarle la toalla durante el partido de semifinales del torneo en Shenzhen.

Su actitud, que fue recriminada por el árbitro del partido, despertó una polémica en la que se llegó incluso a sugerir que sean los propios jugadores los que vayan a recoger la toalla cuando la necesiten y que se instalen rieles para ello al final de las pistas.

Según Federer, lo sucedido con el español fue parte de esas “excepciones” que “ocurren en el calor del momento” y, en su opinión, el trabajo de los niños ahorra un valioso tiempo al partido.

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“La idea de que te lo traigan los niños es acelerar los puntos” y, aunque dos o tres segundos parezcan insignificantes, en un partido de cinco horas “podría suponer media hora menos de tiempo”.

Federer, quien defiende título en Shanghái, debutará este martes en segunda ronda ante el vencedor del encuentro entre el ruso Daniil Medvedev y el chino Ze Zhang.

Según confesó hoy, se siente con muchas fuerzas para tener una buena actuación. “Siento que estoy donde quiero estar”, dijo el tenista, quien buscará su tercer Masters 1000 de Shanghái y evitar perder su segundo lugar en la clasificación mundial.