El encargado de describir las condiciones en las que el cuadro rojo de Cali tenía viviendo a sus jugadores juveniles fue Édinson Mendoza, consultado al respecto el noticiero CM&.
“No era seguro, no tenía extintores, no tenía un punto de encuentro por si sucedía una eventualidad, como un terremoto o algo así”, explicó.
Sin embargo, el noticiero aclaró que la casa a la que se refirió Mendoza dejó de funcionar hace 10 años.

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