En la zona mixta posterior al partido en Holanda, que el Real Madrid ganó 2-1, el defensa central insinuó que había actuado de manera voluntaria para ser amonestado y así ser suspendido para el partido de vuelta, antes que arriesgarse a una futura suspensión por acumulación de amarillas en los cuartos de final o una ronda posterior.

Después de esas palabras, Ramos desmintió haber actuado de manera deliberada, pero la sanción dictada por la Uefa lo deja suspendido para la vuelta de octavos y también para la ida de cuartos, en el caso de que el Real Madrid se clasifique a esa ronda.

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Viendo el resultado mentiría si dijera que no la he forzado, es algo que tenía presente y no es por subestimar al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado, en el fútbol te toca tomar decisiones complicadas y lo he decidido así”, había dicho Ramos en la zona mixta.

Poco después quiso aclarar sus palabras en Twitter, desmintiendo haber actuado de manera voluntaria. “Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta”, escribió entonces.

Esa aclaración no pareció convencer desde el principio a la Uefa, que abrió un expediente para analizar el caso.

El año pasado, otro jugador del Real Madrid, Dani Carvajal, fue castigado un partido por haber obtenido deliberadamente una amarilla en la fase de grupos de la Champions.