Santiago Botero dijo que cuando era el ‘capo’ de Kelme le ganó una contrarreloj al estadounidense Lance Armnstrong, triunfo por el cual pidió un aumento de sueldo.

Frente a esta solicitud, los directivos del equipo le contestaron que para ellos era más valiosa la victoria de un ciclista español, haciendo referencia a Óscar Sevilla, quien era una de las jóvenes estrellas de esa formación.

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Acto seguido, Botero indicó que es como si para el Real Madrid no contaran los goles del brasileño Ronaldo, figura del conjunto ‘merengue’ en ese momento. Posteriormente, renunció, pese a que aún tenía 2 años de contrato.

Esta anécdota se asemeja a lo que actualmente vive el también colombiano Nairo Quintana en la escuadra española Movistar, en donde aparentemente es jefe de filas, pero en la cual el recién llegado Mikel Landa [español] quiere asumir la capitanía.

De hecho, el diario AS indicó que Landa mostró su disgusto porque un vocero del Movistar avisó que Nairo sigue siendo el referente de la nómina.

Por ahora, Landa está mejor ubicado en la general del Tour debido a que Quintana tuvo fallas mecánicas en la primera etapa y se retrasó.