El historial de Boca Juniors con colombianos hasta 1997 era bastante corto. Habían estado Carlos Navarro Montoya y Walter Perazzo que nacieron en Colombia, pero se identifican más con sus raíces argentinas. En 1994 jugó John Jairo Tréllez y no tuvo mayor incidencia en el equipo. Pero todo cambiaría con dos ex América de Cali que fueron a reforzar la zona defensiva.

Oscar Córdoba aterrizó en Buenos Aires el 23 de agosto de 1997. En ese momento tenía 27 años, ya tenía experiencia en la Selección Colombia y era figura del América de Cali. En uno de sus primeros días de entrenamiento vio llegar a Maradona en su Ferrari Testarrosa y haciendo trompos. Era raro para el arquero ver semejante carro y se quedó admirándolo.

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Maradona se bajó, le tiró las llaves a Córdoba y le dijo: “’Llevátelo”. El guardameta vallecaucano le respondió: “No Diego, donde le rompa una llanta a este carro me toca jugarle gratis a Boca toda mi vida”, contó Córdoba en Fox Sports Radio.

No todo quedó ahí, el ’10’ le dio el número telefónico y se ofreció para cualquier cosa, saber lo que es bueno y malo en Buenos Aires, los colegios donde podrían ir sus hijos, los médicos, entre otras cosas.

“El primero que se para a recibirme es Diego. Me dice: ‘bienvenido’, me abraza y yo me quedo quieto. ‘Lo que necesités aquí tienes un tarado que te va a ayudar’ y señaló a Guillermo Coppola. ‘Lo que necesités, cambiar cheques, ir al centro, hacer vueltas del banco, acá lo tenés ¡utilizálo Jorge!’”. Todo esto lo recordó el “Patrón” en una entrevista con Alejandro Fantino en ESPN.

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Finalmente, ni Córdoba aceptó el carro ni Bermúdez usó a Coppola, pero esa confianza que les dio Maradona les sirvió para su adaptación. El ’10’ disputó su último partido el 25 de octubre de 1997 a pocos días de cumplir 37 años.