El ajedrez es un deporte sin lugar para excusas, donde cada decisión tiene consecuencias directas sobre el tablero y en la vida. Esta concepción, tan particular y exigente, ha guiado el camino de Andrés Felipe Velásquez Galvis, un calarqueño cuya infancia se caracterizó por la curiosidad intelectual, el interés por los libros y la ciencia, mucho más que por las disciplinas deportivas tradicionales. Andrés Felipe se graduó del bachillerato en el Colegio Tecnológico y completó su formación escolar en el Instituto Calarcá, cimientos de una carrera consagrada a la educación y al ajedrez.
Como entrenador de la Liga de Ajedrez del Quindío, Velásquez Galvis ha sido pieza clave en la formación de nuevos talentos locales. Bajo su tutela han crecido pequeños grandes campeones, como Samuel Hernández, Andrés Camilo Soto y Sara Lucía Ospina, además de haber orientado en algún momento a Yarli Alejandra Agudelo. Su convicción en la enseñanza lo ha llevado a orientar procesos en la Universidad del Quindío y en la Universidad La Gran Colombia, espacios donde además ha impulsado el desarrollo académico y profesional del ajedrez en el departamento.
El recorrido de Andrés no ha sido sencillo. Comenzó a los once años, cuando las condiciones materiales para practicar este deporte ciencia eran muy limitadas en Quindío. Sin acceso a internet, bibliografía o recursos especializados, pagaba diariamente una cuota para aprender lo que podía de amigos, mostrando desde entonces un compromiso excepcional. Ahora, en contraste, es reconocido y remunerado por enseñar aquello que ama. Además, está perfeccionándose en una licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes, atendiendo a lo exigido por la ley del entrenador, que requiere formación profesional para ejercer con total legalidad.
En su narrativa, el ajedrez va más allá del tablero. Velásquez lo defiende como herramienta de transformación personal y social, resaltando que no solo forma campeones sino individuos capaces de analizar sus decisiones, asumir errores y adoptar una mentalidad de mejora constante. Esta visión se evidencia en el desempeño de sus estudiantes, quienes han obtenido triunfos como campeonatos nacionales escolares y medallas para el departamento, logros que él considera sus verdaderas victorias.
Según destaca, entrenar ajedrez hoy implica no solo conocer el manejo de las piezas, sino dominar metodologías pedagógicas adaptadas al aprendizaje individual de cada niño. Las capacitaciones constantes y la búsqueda de una formación académica formal hablan de su empeño por brindar acompañamiento legal, ético y efectivo. Entiende que mientras los niños tienen la flexibilidad para aprender y competir, los adultos enfrentan el reto de desaprender hábitos adquiridos, aunque el ajedrez en sí mismo sigue abierto a todas las edades como espacio lúdico, recreativo y de prevención.
Velásquez Galvis subraya la importancia del ajedrez en la vida de los niños, argumentando que estos desarrollan autonomía, pensamiento crítico y capacidad de asumir responsabilidades. Le anima soñar con una mayor masificación del ajedrez en el Quindío y deja como mensaje final que, más allá de forjar deportistas de élite, el ajedrez moldea personas reflexivas y resilientes, cualidades de creciente valor en la sociedad actual.
¿Por qué el ajedrez a menudo se considera un “deporte ciencia”?
Esta pregunta surge frecuentemente entre quienes se acercan al universo del ajedrez, especialmente padres y profesores interesados en el impacto formativo de esta disciplina. El término “deporte ciencia” se emplea porque el ajedrez no solo demanda destrezas físicas mínimas, sino también grandes capacidades de análisis, cálculo y estrategia, propias del método científico.
En el caso de Andrés Felipe Velásquez Galvis —según informó Crónica del Quindío—, el ajedrez representó desde su infancia una fuente de aprendizaje metódico y crítico. Las competencias y enseñanzas derivadas de este deporte hacen que quienes lo practican, sobre todo los niños, desarrollen habilidades cognitivas superiores, reforzando el valor del ajedrez como herramienta pedagógica integral y de transformación personal.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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