Por eso, cuando se impuso en el sprint ante Romain Bardet y Michael Woods, segundo y tercero respectivamente, Valverde gritó, saltó, abrazó a sus compatriotas, que también estaban en competencia, y lloró inconsolablemente.
El español se preparaba para vestir el añorado arcoíris, pero tuvo que tomarse un momento ya que no podía parar de llorar. Mientras tanto, uno de los miembros del equipo de España lo abrazaba, intentando consolarlo y a la vez calmarlo para poder seguir con los actos protocolarios.
¡Las lágrimas de @alejanvalverde por fin campeón del mundo! #InnsbruckTirol2018 pic.twitter.com/aquYIm56D8
— Alpe d'Huez B&T (@Alpe__dHuez) September 30, 2018
La felicidad del ciclista volvió a relucir en el momento que se subió al podio y sonó el himno de su país, España. Con los ojos aguados, Valverde se mostró orgulloso de haber conseguido su gran objetivo, aunque esta vez, sí pudo controlar el llanto.
Un grande campione corona la sua carriera con il titolo mondiale: Alejandro Valverde! pic.twitter.com/L39IS0IJ4z
— Antonio Tavolieri (@AntoTavolieri) September 30, 2018
A sus 38 años, Valverde consigue su gran sueño, poco después de ser segundo en La Vuelta a España, y de asegurar que, por mucho, estará 2 años más en el ciclismo profesional.
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