Y el pH óptimo para la piel es entre 4 y 6, es decir ligeramente ácido, y esta leve acidez se debe a su manto ácido que actúa como una barrera que evita el ingreso de gérmenes, y actúa como un cosmético natural, al poseer propiedades hidratantes y suavizantes.

Si esta barrera natural que da el manto ácido se elimina o se ve comprometida, la piel puede resecarse, verse arrugada y también volverse sensible.

Lo anterior, puede ocurrir cuando se utilizan jabones o artículos de aseo agresivos (productos alcalinos), o productos que contengan alcohol que pueden eliminar el manto ácido de la piel y producir efectos irritantes.

Por este motivo, una solución limpiadora de pH neutro, que es eficaz contra el 99.9% de los gérmenes, es una excelente alternativa para la limpieza profunda de la piel porque no arde, no irrita y protege la piel y al organismo de infecciones.

En ese sentido, las soluciones superoxidadas (SSO) de pH neutro están listas para usar y esto ha permitido que tengan presentaciones en solución, gel y también presentaciones bucales lo que brinda flexibilidad de uso dependiendo de las necesidades del usuario.