En medio de la rutina bogotana, nos aventuramos a explorar rincones únicos en El Edén Centro Comercial. Desde su apertura en junio de 2022, este espacio ha pasado de ser simplemente un centro de compras a un escenario de emociones bajo la fascinante bandera del ‘Edéntainment’.
Nuestros primeros pasos dentro de El Edén fueron como cruzar un umbral hacia otra dimensión. El bullicio de la ciudad dio paso a un zumbido emocionante y risas que se escuchaban a lo lejos. Este no era un día ordinario de compras; era una jornada inmersiva, donde la emoción y la tecnología se entrelazaban de maneras sorprendentes.
La primera parada en nuestra odisea fue el Trampoline Park. Más allá de la típica diversión al saltar, este reino de 862 metros cuadrados desafiaba la gravedad y nuestras expectativas. Con desafíos físicos, rompimos con la monotonía cotidiana y construimos recuerdos que desafiaron la gravedad.
El XD Theater fue nuestro boleto a una odisea cinemática. La tecnología de vanguardia transformó la fantasía en realidad con un sonido envolvente, movimientos de 180 grados y efectos especiales que nos sumergieron en mundos lejanos sin movernos de nuestros asientos. Era una experiencia que iba más allá de la pantalla, fusionando lo visual y lo táctil en una danza cinematográfica.
Nuestro viaje continuó con el VR Simulator, donde la realidad virtual y los efectos sensoriales se combinaban en un conjunto de giros de 360 grados y proyecciones en 4D. La línea entre lo real y lo imaginario desaparecía, desatando una cascada de emociones y dejándonos sin aliento.
A más de 18 metros sobre el suelo, el Ropes Course desafió nuestro vértigo. Con obstáculos suspendidos en el aire, experimentamos una aventura aérea que desafiaba incluso a los más valientes. Era un recordatorio de que la verdadera emoción a veces se encuentra en las alturas. ¡Cada gota de sudor valió la pena!
Asimismo, exploramos el Cyber Arena, una atracción excepcional para los amantes de los desafíos tecnológicos. Hay tres niveles de dificultad, retos de destreza contrarreloj y tecnología a otro nivel, poniendo a prueba nuestras habilidades físicas y competitivas de manera intensa.
Finalmente, nos enfrentamos al desafío de surcar el cielo con la atracción Rollglider. A más de diez metros de altura, experimentamos la mezcla única de velocidad y elevación en una estructura que desafiaba la gravedad.
En este rincón de la ciudad, el tiempo se hace más lento, y las risas y los gritos de alegría se convierten en la banda sonora de una Bogotá que se eleva hacia nuevas alturas de diversión.
LO ÚLTIMO
.svg)
