El jefe de Producción, Milan Nedeljkovic, dijo en declaraciones que publica este martes el diario ‘Handelsblatt’ que este descenso de costos será con respecto al nivel de 2019.

Para ello, añadió, se servirán de software para una mejor planificación del proceso de fabricación, una logística más austera y un mejor aprovechamiento de las plantas existentes.

La empresa estima que este año enfrentará aumentos de precios de las materias primas de hasta mil millones de euros (unos 1.190 millones de dólares), debido a que luego de la crisis por la pandemia muchas materias primas y productos semielaborados son escasos y difíciles de entregar, entre otros, el acero.

Sostuvo que debido a los problemas en el suministro de chips electrónicos, BMW tiene este año un retraso en la producción de 30.000 carros, que la empresa tiene previsto recuperar en el segundo semestre.

Nedeljkovic recordó que además sigue vigente un programa de recortes de la época previa a la pandemia que entre 2019 y 2022 buscaba bajar costos en 12.000 millones de euros y la supresión de miles de puestos de trabajo. Además, estaba prevista la reducción de la diversidad de variantes, para simplificar la producción.

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El presidente de la junta directiva, Oliver Zipse, prevé para 2021 un aumento en las entregas de entre el 5 % y el 10 % para alcanzar así con unos 2,5 millones de vehículos el nivel de 2019. A mediano plazo, dijo, aspira a que todavía en esta década se alcancen los 3 millones de vehículos.

El directivo no mencionó si ese 25 % menos en los costos de fabricación se trasladará completa o parcialmente como un beneficio para el consumidor final.

El futuro de BMW son los vehículos eléctricos

El cambio a motores eléctricos podría jugar a favor de la planeada reducción de costos del jefe de Producción Nedeljkovic a partir de 2025. BMW quiere tener en las calles en 2023 por lo menos 13 modelos completamente eléctricos.

A partir de 2025, la llamada “clase nueva” reemplazará a diseños técnicos anteriores y pondrá el foco principalmente en motores eléctricos. En 2030, la empresa aspira a que la mitad de los carros que venda a nivel mundial estén dotados de motor eléctrico.

“La producción de la clase nueva será claramente más simple, porque reduciremos tanto la complejidad del producto como los procesos de fabricación”, dijo Nedeljkovic al diario.

El ejecutivo añadió que la fábrica que BMW tiene actualmente en Debrece, Hungría, servirá de modelo para la transformación de las demás plantas.