El precio final, que incluye impuestos y comisiones, fue 17 veces superior al estimado inicial de 32.000 dólares de la casa de subastas para el vino francés.

Romanee-Conti, ampliamente considerado el mejor vino de Borgoña, es uno de los productores más prestigiosos del mundo.

Su dominio, en la región de Cote de Nuits, abarca menos de dos hectáreas, produciendo entre 5.000 y 6.000 botellas por año.

La botella subastada es una de las 600 producidas en 1945, justo antes de que la viñas fueran arrancadas para ser replantadas.

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Unos minutos después, otro Romanee-Conti de 1945 fue vendido por 496.000 dólares (aproximadamente 1.534 millones de pesos).

El récord anterior para una botella de vino estándar fue para un Chateau Lafite Rothschild de 1869, vendido en Hong Kong en 2010 por 233.000 dólares.

Asimismo, un Mouton-Rothschild de tres litros de 1945, tuvo el récord previo en 2007 al alcanzar un valor de 310.700 dólares en una subasta de Nueva York.

Los lotes del sábado provinieron de la colección personal de Robert Drouhin, quien de 1957 a 2003 dirigió a la bodega Maison Joseph Drouhin, una de las más destacadas de Borgoña.

En la misma subasta, una botella de whisky escocés de 1926 obtuvo 843.200 dólares (más de 2.600 millones de pesos), aunque no logró batir el récord de 1,2 millones de dólares.

Fundada en 1924, la destilería Macallan, de Carigellachie, en el norte de Escocia, produjo solo 40 botellas de este tipo. A diferencia del vino, el whisky deja de madurar una vez embotellado.