La localización de esta la hace sensible a padecer lesiones como la úlcera corneal en los perros y gatos, los animales de ojos saltones, son más propensos a padecerlas. 

Una úlcera es una herida que, por diferentes causas, se va a formar en la córnea. La úlcera corneal transcurre con dolor, espasmo palpebral, enoftalmia (posición diferente o anormal del ojo), contracción pupilar, protusión de la membrana nictitante, enrojecimiento de la conjuntiva y lagrimeo excesivo. Estos signos van a depender de la profundidad de la úlcera.

La córnea presenta una capa superficial de células epiteliales, cualquier lesión o irritación, como un arañazo, la introducción de un cuerpo extraño o una pestaña que crece hacia ella es capaz de dañar esta capa; ya que es uno de los tejidos más sensibles del organismo, cuenta con una elevada cantidad de terminaciones nerviosas provenientes del nervio trigémino.

Las razas braquicefálicas presentan una menor sensibilidad corneal, y mayor riesgo de lesión en comparación con otras.

En gatos: persa, himalayo, etc. En perros: bulldog, shitzu, pequines, etc.)

En el caso de animales que padecen diabetes, hipotiroidismo y algunas enfermedades autoinmunes la sensibilidad, así como la calidad de la lágrima están disminuidas. Cuando se afecta esta capa, la capa media o la interna de la córnea, estaremos ante una úlcera corneal. En el lugar de la lesión, la córnea se muestra borrosa y opaca.

Las úlceras son dolorosas y por ello es necesario que los llevemos inmediatamente a nuestro médico veterinario de confianza. En ningún caso es conveniente administrar gotas o colirios por nuestra cuenta, ya que pueden provocar la perforación de la córnea y agravar el problema.

Entre las diferentes causas encontramos:

  • Deficiencias lagrimales.
  • Disfunciones palpebrales: alteraciones anatómicas.
  • Causas externas: traumatismos, cuerpos extraños y agentes cáusticos.
  • Causas infecciosas.

Tipos de úlceras corneales en mascotas

Úlceras corneales simples: son superficiales y las más dolorosas. Su aparición suele ser repentina y sin infección asociada. Cicatrizan bien en unos días. Están asociadas a traumatismo o cuerpo extraño.

Úlceras corneales complicadas: incluyen úlceras que no cicatrizan en 7-10 días.  Son úlceras corneales profundas, perforaciones corneales o úlceras indolentes.

El tratamiento de la úlcera corneal dependerá del tipo de úlcera, evolución, enfermedades preexistentes, así como del compromiso de la familia en la aplicación de los medicamentos, como de la prontitud con la que fue atendido.

Es importante llevar mínimo dos veces al año a revisión y consulta, mantener en estrecha vigilancia médica si adquirimos algún ejemplar de raza braquicéfala, o si sabemos que padecen alguna enfermedad, así como preguntarle al médico cuáles son los cuidados y necesidades de nuestros compañeros.

MVZ. Alejandra Apango

DIPL. EN MEDICINA INTERNA Y CIRUGIA DE PERROS Y GATOS