Pero para las y los más ‘masoquistas’ hay varios podólogos que dan pequeños consejos para no sufrir tanto, ya que genéticamente los pies no están diseñados para estar sobre los tacones.
Aquí, algunas de las recomendaciones más efectivas citadas por medios:
- La Nación de Argentina recomendó unir con una cinta, curita o esparadrapo el tercer y cuarto dedo del pie (que en la mano se conocen como corazón y anular). Esto funciona porque hay un nervio que se divide en dos justo en esta zona, entonces al estar en puntas se separa mucho y aparece el dolor. Al pegar los dedos se engaña al nervio.
- Si los zapatos son nuevos, según Mujer Hoy, unos días atrás la persona los podría usar en casa con una media gruesa para que el pie se vaya acoplando.
- El mismo portal recomendó las cintas doble cara que pegan el pie al zapato para que no se mueva.
- Además, si la zona empieza a doler, es importante no retirar los tacones, porque los pies se inflaman y volver a ponérselos será tormentoso.
- Por su parte, El País de España dijo que es bueno meter una bolsa llena de agua en cada zapato y colocar esto en la nevera. Esto ayudará a mejorar la circulación y el efecto frío será muy útil para el dolor. Se puede sustituir la bolsa por papel periódico.
- Las plantillas de silicona y las almohadillas en la parte trasera y delantera son de gran utilidad. Si es una emergencia, una toalla femenina podría ser una gran opción.
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