Nuestros ancestros, pobladores de las montañas y de la llanura del Magdalena, convirtieron la música y la danza de la región en material histórico que daba cuenta del modo de vida, los usos y costumbres de otras épocas.

Las letras de las canciones, los ritmos marcados por el tiple y la tambora; y los trajes con los que se ejecutan los bailes folclóricos del Tolima son la representación viva y constante de los campesinos mestizos que dieron forma a nuestra cultura.

Históricamente ritmos como el bambuco, el sanjuanero, el rajaleña, la guabina tolimense y el pasillo, se han constituido como banderas de nuestra tradición artística y son protagonistas año tras año del Festival Nacional del Folclor, el Festival de la Música Colombiana, el reinado del San Pedro y numerosos eventos culturales, festivales y reinados que se llevan a cabo en los 47 municipios de la ‘Tierra Firme’.

Pero, ¿qué pasa con otras danzas autóctonas del departamento? ¿Sabía usted que existen 59 expresiones dancísticas propias del Tolima? ¿Cuántas de ellas conoce?

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El peligro de caer en el olvido

Con el transcurso de los años, muchas danzas folclóricas han ido cayendo en el olvido por diferentes razones. Es el caso de las casi 60 expresiones religiosas, de laboreo, amorosas, de conquista, de pantomima, festivas y mitológicas que solían formar parte de las festividades y del legado cultural de buena parte de los municipios tolimenses.

El maestro Dagoberto Díaz Guzmán, folclorólogo y coreógrafo, quien ha coescrito ponencias e investigaciones sobre la historia de la danza en el departamento y el documento ‘Plan de Salvaguarda del Sanjuanero Tolimense’, recopiló buena parte de esas expresiones dancísticas. Respecto a la larga lista de bailes típicos que ha encontrado, señala:

“Algunos grupos se dedicaron a bailar solo cierto tipo de danzas, y otras manifestaciones fueron olvidadas. Por otro lado, tiempo atrás se invisibilizó buena parte del territorio, y no se mostraba el trabajo que se hacía en los municipios. Además, hay un costo de inversión en los ejercicios. La gente suele mirar el espectáculo, pero no la procedencia cultural, geográfica y el significado, entonces se hace muy difícil que esas danzas se vuelvan a realizar”.

Según Díaz, entre un 60% y 70% de estas danzas se han dejado de ejecutar y de no emprenderse acciones encaminadas a salvaguardarlas, podrían desaparecer por completo.

Diversidad musical

 

Entre los ritmos que más se destacan a la hora de abarcar las danzas típicas del departamento están el rajaleña, la caña, el son indígena, el capitucé, el sanjuanero, el bambuco, el pasillo y la guabina.

Asimismo, los estilos y géneros musicales varían dependiendo de la zona del Tolima de la que procedan. Muchas de esas danzas, según indica el maestro Díaz, son sacras e idóneas para la temporada de Semana Santa. Otras en cambio, son mitológicas y se ajustan a celebraciones de tipo festivo.

Las más destacadas

Caña: Originaria del sur del Tolima, fuerte en municipios como Natagaima, Purificación Guamo y Saldaña, pero que también se extendió a Ibagué, Venadillo y Armero. Data del siglo XIX, y su nombre se relaciona con la labor de moler caña de azúcar en los trapiches.

Monos: De gran representatividad para la memoria histórica de la región. Es originaria de Armero y fue objeto de investigación por parte de la maestra Inés Rojas Luna.

Matachines: De gran incidencia en Prado y Natagaima, es una de las danzas más antiguas del Tolima, en ritmo de son, caña y sanjuanero. Se trata de un baile callejero que solía festejar fechas especiales, y que fue introducido en el Tolima por los misioneros.

Rajaleña: Originaria de Natagaima, es una variante del sanjuanero que suele valerse de coplas picarescas para criticar la realidad social. Se le denominaba el ‘bambuco crudo’.

Contrabandista: Se le denomina el ‘sanjuanero más tolimense’, mezcló elementos de las danzas del sur y las del norte del Tolima. Se trata de una danza de cortejo que da cuenta de cómo vivían su idilio los campesinos de antaño.

San Pedro: La danza más representativa de El Espinal es un bambuco fiestero. Se trata de un baile inocente y espontáneo de coqueteo, cuya popularidad dio origen al Reinado Nacional del San Pedro.

Bunde: El himno del departamento también procede de la ‘Ciudad de la Tambora’ que celebra y exalta al Tolima, compuesto por el maestro Alberto Castilla. Mezcla elementos de bambuco, torbellino y guabina.

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Otras danzas, por municipios

Ambalema: Cigarreras, Leones, Sopladeras.

Armero: Molienda Trapiche.

Coyaima: Jabón de la Tierra, Cañabrava (compartida con Ortega).

Ataco: Mineros (compartida con Honda).

Chaparral: Guabina trenzada, Rolos, Chulos (compartida con Coyaima).

Purificación: Moscas, Carramplanes, Cucambas, Lanzas, Lavanderas.

Guamo: Cordón, Custodia, Estandartes, Ofrendas, Carramplanes.

Venadillo: Algodonada, Cosecha.

Honda: Subienda, Pesca.

Mariquita: Mariquiteña.

Natagaima: Tambores de Pacandé.

Líbano: Capitucé.

Herveo: Cuadrilla (compartida con Villahermosa y Casabianca).

Prado: Fandanguillo.

Saldaña: Barbacoa.

Santa Isabel: Bastoneo.

Valle de San Juan: Pijaos.

Ibagué: Bruja, Leñador, Siembra, Sombrerero.

Apropiémonos de lo nuestro

De acuerdo con el investigador, los tolimenses no dimensionamos el potencial folclórico y cultural que tenemos. No obstante, nuestro departamento fue el primero en contar con una política pública de danza, que ha sido replicada por otras regiones. El objeto de estos documentos y trabajos recopilatorios es generar acciones por parte de los entes culturales, la academia e incluso los sectores artísticos, encaminadas a preservar las expresiones dancísticas de nuestros municipios y a que las nuevas generaciones las conozcan y repliquen.

Tome nota

¿Género o aire musical? Existen dudas a la hora de nombrar muchos ritmos típicos del Tolima. El ‘género’ es una clasificación para un tipo de música, mientras que el ‘aire’ hace referencia a las características folclóricas. Teniendo en cuenta lo anterior, las danzas serían aires musicales, pertenecientes a géneros como el bambuco, el sanjuanero, la guabina o el pasillo.