Las hormonas son sustancias químicas que las glándulas de nuestro cuerpo segregan con diferentes funciones. Estas circulan por la sangre y así controlan las funciones de otros órganos, al indicarles a nuestras células qué deben hacer en cada momento.

De la misma manera, tienen un rol fundamental dentro del embarazo. En los meses de gestación nuestro cuerpo pasa por procesos tan complejos, que requieren acciones coordinadas de muchas hormonas para que tengamos las condiciones óptimas de salud para recibir a nuestro bebé.

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Una de las hormonas más importantes en el embarazo, por ejemplo, es la gonadotropina coriónica humana (HCG), que se segrega sólo durante la gestación para suprimir la menstruación y la encargada de avisarte si estás o no embarazada cuando te haces una prueba de orina.

Otra hormona clave es la progesterona. Pero ¿qué es la progesterona? Se trata de una hormona sexual femenina, que se libera en los ovarios primero y posteriormente en la placenta. Sus funciones están relacionadas con el ciclo menstrual, el embarazo y la lactancia.

Progesterona: qué es y para qué sirve en el embarazo

La progesterona es una hormona producida principalmente en los ovarios, dos glándulas del sistema reproductivo de la mujer que contienen los óvulos.

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Cada mes, la progesterona prepara el útero para el embarazo. Durante un ciclo menstrual normal, un ovario libera un óvulo y los niveles de progesterona comienzan a aumentar. La progesterona hace que el revestimiento del útero se vuelva más grueso para que un óvulo fertilizado pueda adherirse (implantarse) dentro del útero y que crezca un bebé.

Si no quedas embarazada, los niveles de progesterona caen. El revestimiento del útero se adelgaza nuevamente. Cuando tu útero comience a deshacerse del exceso de sangre y tejido, comenzará tu período menstrual.

Si quedas embarazada, los niveles de progesterona seguirán aumentando hasta unas 10 veces más de lo usual para apoyar el embarazo.

Los altos niveles de progesterona evitan que el útero se contraiga y cause un parto prematuro. La placenta produce gran parte de la progesterona que necesita para un embarazo saludable, ya que es el órgano que crece en el útero para brindar nutrientes y oxígeno al feto.

La progesterona aparece por primera vez en el cuerpo de la mujer en la pubertad, con la primera menstruación. Tras la ovulación, cuando el óvulo es expulsado, el folículo se encarga de producir progesterona durante la fase lútea del ciclo.

La progesterona en el embarazo también tiene muchas funciones. Cuando inicia la gestación, lo más importante es que mantiene el tejido uterino de forma óptima para el desarrollo del feto, protegiéndolo.

Tras el parto, la progesterona sigue trabajando en la etapa de la lactancia materna, al preparar las glándulas mamarias para que secreten leche. Es, por tanto, una hormona que acompaña a la mujer desde su menstruación hasta después del parto.