Escrito por:  Redacción Vivir Bien
Oct 11, 2023 - 10:29 am

En más de una ocasión nos hemos encontrado con personas que cuentan una experiencia con chinches o piojos, ya sea que la hayan vivido o simplemente que hablen del tema como cualquier otro, y es muy común que tanto quien está hablando como los oyentes comiencen a tener una sensación de comezón. 

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Los expertos han analizado este fenómeno que se considera una especie de “pánico colectivo” que en este caso se presenta cuando alguien habla sobre pequeños insectos que causan picaduras, pues aunque la persona que escucha a alguien más hablar sobre el tema (aunque no tenga piojos ni chinches) empieza a sentir que podría tenerlos.

El nombre de esta sensación de nerviosismo que provoca como respuesta tener ganas de rascarse se denomina como “prurito psicógeno”, que según un artículo del sitio especializado en biomedicina Mediagraphic está relacionado con que los episodios de estrés se vinculan a un mecanismo psico-neuro-endocrino-inmuno-cutáneo. 

En este sentido, el sistema nervioso está relacionado con gran parte de los padecimientos dermatológicos, de manera que el “prurito psicógeno”, tal como lo estableció el psiquiatra y dermatólogo Herman Musaph en 1967, va de la mano con alteraciones emocionales y el inadecuado manejo de ciertas tendencias. 

Por ejemplo, Musaph explicó que este mal manejo puede ser en cuanto a la agresividad, la ansiedad, la sensación de hacer limpieza exageradamente e, incluso, el miedo a la enfermedad. De esta forma, el especialista indicó que los factores psicológicos del prurito están asociados a la depresión, la ansiedad, la disminución en la calidad de vida y al prurito inducido mentalmente. 

En otras palabras, la Organización Actas Dermo define al “prurito psicógeno” como el tipo de prurito que constituye una manifestación cutánea (tal como la comezón) de algún trastorno psicológico, y, señalan en su página web, en la práctica se refieren a cuando no encuentran una causa de enfermedad que pueda ser la que origine los síntomas.

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El “prurito psicógeno” también es conocido como “prurito nervioso”, y de acuerdo a información de Imbiomed puede ser difícil precisar cuál es la incidencia y prevalencia real de estos casos, pero los expertos mencionan que para acabar con la comezón que se produce es importante encontrar la causa del estrés para poder gestionarlo adecuadamente.

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