La fiebre de poner un granito de arena para proteger el planeta comenzó en el país nórdico en el 2016 y se ha propagado a otros países, donde las personas y, en este caso los deportistas, se concientizan cada vez más sobre la necesidad de mantener los ambientes libres de desperdicios, especialmente plásticos y colillas de cigarrillos, precisa la agencia Reuters.

Dice la agencia de noticias que esta iniciativa se ha acogido en países como México, donde su capital da cuenta de 4.000 deportistas diarios que practican ‘plogging’, ejemplo imitado por India y otras naciones.

Además, en lugar de interrumpir el trote, el hecho de agacharse a recoger la basura ejercita otras partes del cuerpo, da una pausa activa durante el ejercicio y la conciencia ecológica queda más tranquila.

Monte Everest

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Una campaña similar, pero sin el trote, se gesta por estos días en el monte Everest, el más alto del planeta (8.848 metros sobre el nivel del mar). Se trata de enviar a profesionales y deportistas con experiencia en montaña a que recojan por lo menos 10 toneladas de basuras que a lo largo de los años han dejado la mayoría de montañistas, destaca Straits Times.

Adicionalmente, hace parte de esa iniciativa –que durará 45 días– rescatar cadáveres de montañistas que han quedado atrapados en el hielo.