Pero ahora, salió a la luz una investigación hecha por la Universidad de Ohio, Estados Unidos, en la que encontraron que aquellas personas que poseen una creencia religiosa pueden vivir casi 4 años más que quienes no poseen una fe.

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Los investigadores estudiaron la historia de más de mil personas muertas, de quienes obtuvieron datos como: creencias religiosas o ateísmo, analizaron su situación sentimental, edad de muerte y su género, factores que influyen significativamente en la longevidad.

En el primer cotejo de datos descubrieron que aquellos que estaban relacionados con algún tipo de religión vivían 9, 45 años más que los que no, pero esta cifra disminuyó a 3,82 cuando tuvieron en cuenta el resto de factores, tiempo que es una gran estimación si se tiene en cuenta todo lo que podría hacer la persona en ese lapso.

Además, encontraron que quienes realizaban voluntariado, asistían a eventos sociales, meditaban, no consumían drogas o alcohol y realizaban cualquier práctica que reducía el estrés, tenían más posibilidades de vivir más tiempo.