En una conferencia de prensa, el directivo nacido en Brasil señaló que de las 10 vacunas que en la actualidad se encuentran en fase de pruebas clínicas, 2 de ellas utilizan la tecnología “de usar material genético del virus” (la de Pfizer y Moderna), informa el portal Infosalus.

Y debido a sus características novedosas es que viene la advertencia de Barbosa: “Ningún sistema de salud en el Caribe, en América del Sur, en los Estados Unidos, en Europa están listos para manejar estas vacunas porque para ello se necesita tener un almacenamiento a -70ºC”.

La vacuna está basada en una tecnología que consiste en inyectar en el organismo instrucciones genéticas llamadas ARN mensajeros, que dictan a las células qué deben fabricar para luchar contra el coronavirus, destaca la agencia AFP.

Pero estas vacunas deben conservarse a temperatura muy baja, a -70 ºC en el caso de la de Pfizer/BioNTech, lo que puede suponer un freno logístico de envergadura para su distribución al mundo entero.

Este video de Euronews registra el anuncio de la vacuna de Pfizer y algunos de los retos que ello supone:

“Es un problema”, dijo Bruno Pitard, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, para quien este modo de conservación es necesario puesto que el “ARN es una molécula muy frágil”.

BioNTech aseguró, no obstante, que una vez se saca la vacuna de los congeladores especiales de muy baja temperatura donde debe almacenarse, esta puede conservarse durante 5 días en una nevera clásica, entre 2 y 8 ºC.

La cadena de frío durante el transporte es otro reto

Luego del anuncio de Pfizer/BioNTech de que su vacuna ha mostrado un 90 % de efectividad, Estados Unidos podría ser el primer país en lanzar una de las operaciones de vacunación más ambiciosas de la historia: distribuir e inyectar hasta 600 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 en unos pocos meses.

Aunque el mundo ha gestionado campañas masivas de vacunación durante décadas, como por ejemplo las del sarampión o la gripe común, tres limitaciones simultáneas complican la tarea esta vez: la presión del calendario, el hecho de que la mayoría de las vacunas requerirán dos dosis y la refrigeración a baja o incluso muy baja temperatura de ciertas vacunas: -70 °C para la desarrollada por Pfizer y la alemana BioNTech, encaminada a ser la primera autorizada en Estados Unidos, contra entre 2 y 8 °C (la temperatura de un frigorífico) para las vacunas contra la gripe común.

En Estados Unidos, las dosis de Pfizer saldrían desde la fábrica de llenado final en Kalamazoo, en Michigan (otra está en Puurs, Bélgica).

El grupo diseñó cajas especiales para el envío, de 40x40x56cm, que contendrán hielo seco. Cada caja tendrá 975 frascos con capacidad para cinco dosis cada uno, para un total de 4.875 dosis.

Seis camiones saldrán de Kalamazoo todos los días a entregar dosis a compañías aéreas como Fedex, UPS y DHL, que las distribuirán rápidamente: en uno o dos días en Estados Unidos y en tres días en el resto del mundo, dijo Pfizer a la AFP. Veinte vuelos de carga diarios repartirán las futuras dosis por todo el planeta.

Fedex dijo a la AFP que obtuvo permiso de la Administración Federal de Aviación para transportar más hielo seco a bordo de sus aviones Boeing 767 y 777. El hielo seco es dióxido de carbono solidificado, cuya sublimación (el paso del estado sólido al gaseoso) puede ser peligrosa para la tripulación.

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Ya en destino, cada caja solo podrá abrirse brevemente un máximo de dos veces al día.

“Esto se adapta a los grandes centros de vacunación”, dijo a la AFP Julie Swann, experta en respuesta a pandemias de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Pero no a los consultorios médicos ni farmacias.

Al principio, es probable que los estadounidenses tengan que conducir hasta hospitales y tal vez hasta grandes estacionamientos, como sucede con los ensayos clínicos que se realizan hoy, explica.

Una precisión importante es que las dosis podrán permanecer hasta dos semanas en su caja refrigerada. Los hospitales no necesitarán un congelador especial. “No recomendamos que los hospitales y las clínicas compren equipos ultrafríos”, dijo Janell Routh de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Vacuna de Moderna no requiere tanto frío

La farmacéutica estadounidense Moderna también está desarrollando una vacuna, que se almacena a -20 °C, por lo tanto un congelador normal será suficiente.

Es la segunda vacuna comprada en mayor volumen en Estados Unidos y el gobierno federal organizará su repartición (gratuita) entre estados y territorios a través del distribuidor McKesson. Cada jurisdicción decidirá entonces cómo distribuir las dosis a hospitales, farmacias y consultorios médicos, así como universidades o empresas.

“El gobierno federal no tiene la intención de tocar, salvo muy raras excepciones, ni una sola dosis de vacuna” y su distribución quedará en manos de los gobiernos locales, dijo Paul Mango, uno de los funcionarios a cargo de la operación Warp Speed (máxima velocidad).

El objetivo: ofrecer vacunas a los “más vulnerables” antes de finales de diciembre, al personal sanitario antes de finales de enero y al resto de la población de allí a principios de abril.

Pfizer espera producir 50 millones de dosis este año y 1.300 millones en 2021. Muchos países ya han hecho sus pedidos: entre 20 y 30 millones antes de finales de diciembre en Estados Unidos, 100 millones en total; 200 millones a la Unión Europea, 120 millones a Japón, 34 millones a México, 30 millones a Reino Unido, 20 millones a Canadá.

Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Sanofi y otras biotecnológicas esperan también que sus vacunas sean seguras y efectivas, y con ellas la complejidad de la logística global aumentará.

La compañía de transporte DHL estima que en dos años se necesitarán 15.000 vuelos y 15 millones de paquetes refrigerados para entregar en todo el mundo.