El grupo de investigadores analizó las etiquetas nutricionales de 159 productos que se venden en 17 almacenes de la capital colombiana, con el objetivo de determinar si cumplen o no con los parámetros que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala El Espectador en su edición impresa de este sábado 18 de noviembre.

Regular la información que incluyen estas etiquetas es importante, no solo porque el consumo de estos alimentos ultraprocesados está relacionado con el desarrollo de diferentes enfermedades no transmisibles como la diabetes, varios tipos de cáncer y trastornos cardiovasculares, sino porque los niños son los principales consumidores, destaca este medio.

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Aunque el 73 % de los productos que fueron analizados por los investigadores sí contenían una etiqueta con información nutricional, el 97 % de esas inscripciones no eran adecuadas, pues evidencian “niveles excesivos de sodio, azúcares libres, grasas totales, grasas saturadas o grasas trans”.

Los investigadores aseguran que con este estudio buscan contribuir a la implementación de normas que eviten la publicidad engañosa y las estrategias de promoción y publicidad de este tipo de productos, que, en ocasiones, se venden con eslóganes que prometen una buena fuente de vitaminas y minerales.

Los cereales procesados para el desayuno no deben ser confundidos con los cereales no procesados o mínimamente procesados, como la avena, el arroz, el maíz, el trigo y la cebada, que no contienen adición de sodio o azúcar, destaca el diario.