Eventos como la presentación de la correa y demás sucesos que advierten el paseo generan en el perro un nivel de excitabilidad que en muchos casos es difícil de controlar, te cuesta trabajo ponerle la correa, a veces la muerde, no puedes abrir y cerrar la puerta de tu casa con facilidad, entrar y salir del ascensor es tormentoso; pero claro, nuestro perro no ve la hora de salir de tu casa, quiere estar pendiente de todo lo que pasa a su alrededor, tira de la correa porque para él vas demasiado lento; ya afuera, olfatea incesantemente el piso, pues quiere saber quién acaba de pasar por allí y ¿por qué no? (en mayor medida si tienes un macho), deja su marca donde otros han dejado la suya; se siente parte del vecindario, todo lo altera: variedad de ruidos, la presencia de bicicletas, de alguien que no le agrada o que le agrada mucho, otros perros, etc.

Las consecuentes respuestas no se hacen esperar; ladra, salta, quiere cruzar las calles sin control, en fin, se torna largo y tormentoso el camino para llegar al parque donde finalmente tú lograrás escapar al liberar a tu perro de la correa, es allí donde vas a disfrutar de los beneficios de tener un perro “educado”, que solo evacúa fuera de casa. En el parque debes llenarte de paciencia (aunque puede ser una tarea difícil si vas a llegar tarde a tus compromisos), pero debes esperar, claro, no puedes llevarte el perro a casa si no se ha “desocupado”, te ha pasado antes y has tenido accidentes allí; aquí es donde tu mejor amigo tiene el control absoluto de tu tiempo, sí, de tu tiempo, no del suyo, primero debe olfatearlo todo, dejar su marca reservando algo para después, saludar a sus amigos, conocer a unos nuevos, corretearlos, ladrarles, hacer todo lo normal y lo anormal; cuando ha pasado mucho tiempo y siente que no puede contenerse más finalmente excreta, es allí donde te abalanzas hacia tu perro para que no se te escape y puedan regresar rápido a casa.

Luego de pretender que te sientas total o parcialmente identificado o identificada con el escenario anterior, debo explicarte que la situación es bastante común y es uno de los principales problemas de comportamiento que generan los perros familiares y que ocupan gran parte de las terapias de comportamiento que dirijo diariamente. Lo primero que debes saber es que todos los estímulos que hemos mencionado en el párrafo anterior llevan a tu perro a niveles emocionales que en muchos casos rebasan o hasta inhiben su capacidad cognitiva y de autocontrol, todo obedece a la anatomía de las emociones, a las características filogenéticas singulares de los perros y a sus procesos de aprendizaje.      

Ahora bien, hemos llegado a la parte que esperabas ¿qué hacer, cómo controlar la duración de la salida y realizar un paseo agradable para ti y para tu mascota? El tema es bastante complejo y en muchos casos requiere de la intervención de un experto en modificación de conducta, máxime cuando los niveles de ansiedad del perro lo pueden tornar reactivo hacia las personas o hacia sus congéneres. Sin embargo, a continuación, quiero compartir contigo algunos consejos que te pueden ser de utilidad para ordenar el paseo sin que tu perro deje de disfrutarlo, es precisamente lo que debemos hacer, ordenar el paseo, para ello, el perro debe entender que hay un momento para cada cosa: para caminar a tu lado, para ir al baño y evacuar, y para divertirse.  

Primero, a través de alguna técnica, debes enseñarle a tu perro a caminar a tu lado, no importa la técnica que elijas ni qué tanto la domines (existen muchas, tanto que hay libros completos que las describen), lo importante es que justo antes de iniciar el ejercicio, le des una indicación verbal a tu perro (ejemplo: junto, fuss, etc.), eso estimulará su córtex cerebral, lo que coadyuvará a gestionar su carga emocional, predisponiéndolo para la actividad de caminar al lado.

Lee También

Luego, debes seleccionar un sitio que se convertirá en el baño de tu perro, es recomendable que dicho sitio reúna las siguientes condiciones: que esté cerca de casa, que sea un área de zona verde donde no incomodes a ningún vecino y que tenga un arbolito o un poste ¡a los machos les encantará! Dirígete al nuevo baño de tu perro tratando de mantener su atención sobre ti, es recomendable que varíes la dirección y la velocidad en tus movimientos ¡hará que esté más concentrado!, justo antes de entrar al baño, debes parar, darle una nueva indicación verbal para poder ingresar (ejemplo: pis, chi-chi, etc.), queremos ahora desactivar el caminado al lado y activar el ingreso al baño, allí entrarás con él sin soltar ni tensar la correa, que debe tener no menos de 1.5 metros, repítele el sonido que le permitió entrar al baño, debes estar atento o atenta cuando tu perro realice alguna evacuación, ya sea micción o defecación, premia con algún tipo de comestible que le guste a tu perro y mejor aún con mucho afecto cuando lo haga. 

Para que la técnica funcione, debes esperar a que tu perro se desocupe completamente, el hacerlo, debe ser el requisito para salir del baño, en ese momento debes desactivar el baño y activar el caminado al lado, recuerda usar la indicación verbal correspondiente; ahora tienes dos opciones: hacer una caminata, o dirigirte al parque para liberar a tu perro de la correa y permitirle que se divierta allí, por ningún motivo el perro puede asociar que evacuar en su baño lo hace regresar de manera directa a casa. Ahora, si elegiste ir al parque, debes dirigirte allí variando la dirección y la velocidad de tus movimientos, una vez llegues a tu destino, debes evitar soltar a tu perro de inmediato, por el contrario, el caminar un poco alrededor del parque antes de hacerlo, le ayudará a disminuir su ansiedad; detente en la orilla del parque, y con una indicación verbal (ejemplo: libre, free, etc.), libera a tu perro para que ahora se divierta, lo que hiciste, fue desactivar el caminado y activar la liberación.

Luego de esto, puedes retomar el control para regresar a tu casa a través de un buen llamado (evita que lo asocie con el fin de la diversión), recuerda seguir las indicaciones para caminar al lado. De esta manera, la duración de la diversión en el parque y de la salida de casa en general, la estableces tú y no tu perro, eso sí, debes tener en cuenta que él requiere de tiempo para su recreación, ya que ello redunda en su bienestar integral.

¡Ahora ya no llegarás tarde a tus labores por esperar a que tu perro evacúe en el parque!