Aparte del uso de Jabón Rey para quitar los malos olores en la casa, existen algunas estrategias para cuidarse de problemas como lo son las polillas tanto en la alacena como en la ropa.
De ahí, algunos trucos caseros de limpieza para que se alcancen los resultados deseados en el cuidado de los alimentos y las prendas en las casas.
Trucos caseros para deshacerse de polillas en la alacena
Las polillas pueden ser una plaga molesta en el hogar y, si bien existen productos químicos para eliminarlas, también es posible recurrir a pasos que son más naturales y seguros:
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Limpieza profunda: vaciarla y limpiar cada rincón con agua jabonosa caliente. Prestar atención a las esquinas y grietas donde puedan esconderse las polillas o sus huevos.
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Ventilación: abrir las puertas y ventanas de la alacena para que circule el aire y se seque la humedad, ya que las polillas prefieren los ambientes húmedos.
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Almacenamiento hermético: guardar los alimentos en recipientes herméticos de vidrio, plástico o metal. Esto evitará que las polillas accedan a la comida.
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Repelentes naturales: poner bolsitas de hierbas o especias aromáticas como lavanda, laurel, clavos de olor, romero o tomillo dentro de la alacena. Su olor repele a las polillas.
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Trampa para polillas: se puede hacer una trampa casera con un frasco de vidrio, melaza y vinagre. La mezcla atraerá a las polillas y las atrapará.
Entre otros consejos adicionales, caben el de hacer revisiones regularmente para detectar signos de polillas, como huevos, larvas o agujeros en las prendas. Asimismo, buscar y eliminar cualquier fuente de alimento para las polillas, como migas, derrames de comida o granos viejos.
Es clave aspirar las alfombras y tapicería periódicamente para eliminar huevos o larvas que puedan estar escondidos, al igual que controlar la humedad en tu hogar por debajo del 50 por ciento para crear un ambiente menos favorable para esa plaga.
¿Cómo quitar las polillas de la ropa?
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Lavado y planchado: lavar toda la ropa afectada con agua caliente (al menos 60°C) y plancharla con plancha caliente. El calor mata las polillas y sus huevos.
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Ventilación: exponer la ropa al sol y aire fresco durante varias horas. Las polillas detestan la luz solar y el aire fresco.
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Almacenamiento adecuado: guardar la ropa limpia en bolsas de plástico selladas o en cajas herméticas.
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Repelentes naturales: poner bolsitas de hierbas o especias aromáticas como lavanda, cedro o romero entre la ropa para repeler a las polillas.
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Bolas de alcanfor: son un repelente natural efectivo contra las polillas. Ponerlas en cajones, armarios o entre la ropa.
¿Qué enfermedades pueden causar las polillas?
Si bien en general no son peligrosas para la salud humana, en algunos casos pueden causar problemas:
- Alergias: las escamas que desprenden las alas de las polillas pueden desencadenar este problema en personas sensibles, con síntomas que pueden incluir rinitis, conjuntivitis, dermatitis y asma.
- Molestias gastrointestinales: La ingesta accidental de huevos o larvas de polillas, especialmente en grandes cantidades, puede causar ese tipo de inconvenientes leves como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.
- Dermatitis por contacto: algunas especies como la polilla Lonomia obliqua, también conocida como ‘polilla peluda’ o ‘bicho quemador’, pueden causar una dermatitis por contacto severa. El contacto con sus pelos o cerdas urticantes produce una reacción alérgica que puede provocar:
- Quemaduras: sensación de ardor intenso, picazón, enrojecimiento e hinchazón en la zona afectada.
- Ampollas: formación de ampollas llenas de líquido.
- Fiebre: fiebre alta, escalofríos y malestar general.
- Problemas respiratorios: dificultad para respirar, sibilancias y tos.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.
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