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Escrito por:  Pamela Rueda C
Periodista y presentadora     Jul 30, 2025 - 10:34 am

En un mundo donde los cuerpos moldeados por bisturí compiten con figuras esculpidas con esfuerzo, muchas mujeres se están haciendo una pregunta clave: ¿Quiero un cuerpo perfecto o un cuerpo que me sostenga? La respuesta está cambiando, y lo que hoy define la belleza femenina va mucho más allá de lo que muestran las redes sociales.

Durante décadas, los cánones estéticos han dictado cómo debe lucir el cuerpo femenino. Pero en los últimos años, un cambio silencioso —pero poderoso— está tomando forma: muchas mujeres ya no buscan solo verse bien, sino sentirse plenas. La estética sigue importando, pero el enfoque se ha desplazado hacia la funcionalidad, la energía vital y la autonomía corporal. La elección entre operarse o entrenar ya no es solo una cuestión de imagen, también de propósito.

¿Qué quieren realmente las mujeres hoy?

El paradigma está cambiando. Muchas mujeres están rechazando la lógica de la inmediatez y el ideal fabricado. Eligen con más conciencia, más información y más autocompasión. Estas son las principales motivaciones que están emergiendo:

  • Proceso por encima de inmediatez: la transformación gradual —desde dentro hacia fuera— gana terreno sobre los cambios abruptos. El músculo se construye; no se inyecta.
  • Bienestar integral sobre estándares externos: ya no se trata solo de “verse bien en fotos”. Se busca un cuerpo que acompañe, que sostenga el día a día, que aporte energía, movilidad y longevidad.
  • Narrativas reales: movimientos como el ‘body neutrality’ y la exposición sincera de imperfecciones por parte de figuras públicas están desafiando el ideal hegemónico de belleza. La cirugía ya no es el único camino válido.

Este debate no pretende confrontar un modelo con otro ni juzgar decisiones individuales. Su propósito es ofrecer información clara y fundamentada para que cada persona pueda tomar decisiones conscientes y bien informadas sobre su propio cuerpo.

¿Qué dicen las cifras?

Según el informe Global Survey 2023 de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS), que abarca datos de más de 117 países, en 2023 se realizaron 34,9 millones de procedimientos estéticos (quirúrgicos y no quirúrgicos), lo que representa un aumento del 3,4 % respecto al año anterior y del 40 % en los últimos cuatro años. De ese total, 15,8 millones fueron cirugías y 19,1 millones no quirúrgicas.

El 85,5 % de todos estos procedimientos los realizaron mujeres. Las intervenciones más comunes fueron:

  • Liposucción (2,2 millones).
  • Aumento mamario.
  • Blefaroplastia (cirugía de párpados).
  • Abdominoplastia.
  • Rinoplastia.

Para 2024, la blefaroplastia se consolidó como la cirugía facial más frecuente, superando incluso al aumento del pecho.

¿Qué dice la ciencia sobre los entrenamientos para estar en forma?

El cuerpo entrenado, a diferencia del cuerpo intervenido quirúrgicamente, ofrece beneficios que van mucho más allá de la estética. La ciencia ha documentado con rigurosidad sus efectos profundos en la salud física, mental y metabólica.

Una revisión sistemática con meta-análisis (PubMed) encontró que entrenar fuerza reduce la mortalidad por todas las causas en un 15 %, mortalidad cardiovascular en 19 % y mortalidad por cáncer en 14 %, en comparación con personas sedentarias.

El mayor beneficio se observó en quienes dedicaban 60 minutos a hacer ejercicios de fuerza a la semana, con una reducción de mortalidad de hasta 27 %.

Por otra parte, en un grupo de alrededor de 29.000 mujeres (edad promedio 62 años), aquellas que hacían entre 1 y 145 minutos semanales de fuerza mostraron un riesgo de mortalidad hasta 29 % menor. Curiosamente, exceder los 150 minutos semanales no ofreció beneficios adicionales.

Un análisis de datos de 412.000 adultos del Smidt Heart Institute reveló que las mujeres reducen su mortalidad en 24 % con aproximadamente 140 minutos semanales de ejercicio moderado a vigoroso, en comparación con el 15 % en hombres. Además, hacer fuerza dos veces por semana disminuye la mortalidad cardiovascular en 36 % para mujeres, frente a solo 14 % en hombres.

  • Aumenta la densidad ósea.
  • Mejora la sensibilidad a la insulina y el metabolismo.
  • Disminuye la grasa visceral.
  • Fortalece el sistema músculo-esquelético.
  • Mejora la salud mental, autoestima y calidad del sueño, especialmente en mujeres menopáusicas.
  • En pacientes con cáncer, se asocia con hasta 46 % menos mortalidad, especialmente en casos avanzados de cáncer digestivo y pulmonar.

Cuerpo operado vs. cuerpo entrenado: una comparación real

Dimensión Cuerpo operado Cuerpo entrenado
Tiempo para ver resultados Inmediato tras la cirugía Requiere constancia (semanas o meses)
Riesgos físicos Riesgos quirúrgicos: infección, trombosis, cicatrices, revisióOtros beneficios: huesos, metabolismo y mente
El entrenamiento de fuerza:n
Riesgo bajo si es guiado: lesiones puntuales y manejables
Beneficios para la salud Estéticos principalmente Reduce mortalidad, mejora salud ósea, metabólica, emocional
Autonomía y control Decisión muchas veces influida por estándares externos Proceso consciente y personal: fortalece autoestima y autonomía
Sostenibilidad Puede requerir nuevas cirugías con el tiempo Sostenible con hábitos: beneficios acumulativos con los años
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