
Jordan Turko, un canadiense de 30 años con una vida activa y saludable, jamás imaginó que una simple ronquera y un dolor de espalda se transformarían en una noticia que cambiaría su vida para siempre. A comienzos de 2022, este joven deportista comenzó a notar algunas molestias físicas, pero las atribuyó al estrés o a secuelas del COVID-19, sin sospechar que su organismo estaba luchando contra un enemigo silencioso: el cáncer de pulmón en etapa avanzada.
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En entrevista con el medio estadounidense Today, Turko relató cómo ignoró los primeros síntomas durante varios meses. Su voz ronca, acompañada de un dolor persistente en la zona lumbar, no le parecían motivos suficientes para acudir al médico. Como muchas personas jóvenes, pensó que se trataba de un virus pasajero o de efectos residuales tras haber estado expuesto al coronavirus. Sin embargo, su situación era mucho más grave de lo que suponía.
Fue solo cuando los síntomas se intensificaron que decidió acudir a una clínica ambulatoria, donde le practicaron varios exámenes. En abril de ese año, recibió el diagnóstico que jamás esperó escuchar: cáncer de pulmón en etapa cuatro. El tumor principal, de cerca de 10 centímetros, estaba envolviendo su arteria pulmonar y ya se había extendido a su columna vertebral.




Este tipo de cáncer suele asociarse a personas mayores o con antecedentes de tabaquismo, por lo que el caso de Jordan ha creado gran impacto. Según datos de la Sociedad Americana del Cáncer, solo el 1,4 % de los diagnósticos de cáncer de pulmón se dan en pacientes menores de 65 años. Jordan, sin factores de riesgo evidentes, se convirtió así en una excepción estadística.
La doctora MeiLan Han, neumóloga del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, explicó que uno de los síntomas poco conocidos del cáncer de pulmón avanzado es la ronquera. Esto sucede cuando el tumor afecta el nervio laríngeo recurrente, que conecta el tórax con las cuerdas vocales. En casos más severos, como el de Turko, la diseminación a la columna también puede causar fuertes dolores de espalda.
Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que, además de la tos crónica, otros síntomas frecuentes incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar, fatiga constante, pérdida de peso sin razón aparente y, en algunos casos, tos con sangre.
Desde que recibió el diagnóstico, Jordan ha decidido contar su historia públicamente para crear conciencia y ayudar a otros. A través de redes sociales y entrevistas, insiste en la necesidad de no minimizar señales que parecen inofensivas. “El cáncer no discrimina, ni por edad ni por estilo de vida. Hay que escuchar al cuerpo y actuar a tiempo”, expresó.

Su testimonio ha sido replicado por distintos medios como un llamado urgente a la prevención. Aunque la mayoría de personas jóvenes no pertenecen a grupos de riesgo para este tipo de cáncer, los expertos coinciden en que ningún síntoma persistente debe ser ignorado. La historia de Jordan Turko recuerda que la salud no siempre sigue patrones previsibles y que el diagnóstico precoz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
A pesar del impacto emocional que ha implicado esta lucha, Jordan continúa enfrentando la enfermedad con valentía. Su caso ha inspirado a miles de personas en todo el mundo, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, compartir la experiencia puede servir como una poderosa herramienta para salvar vidas.
¿Cómo comienzan los síntomas del cáncer de pulmón?
Los síntomas más comunes del cáncer de pulmón pueden variar según la etapa de la enfermedad, pero entre los principales se encuentran:
- Tos persistente que no mejora o empeora.
- Tos con sangre o flema con sangre.
- Dolor en el pecho, que puede aumentar al respirar o toser.
- Dificultad para respirar.
- Ronquera o cambios en la voz.
- Fatiga constante.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Infecciones respiratorias recurrentes (bronquitis o neumonía).
- Dolor en los huesos (si hay metástasis).
- Hinchazón en el cuello o la cara.
Si los síntomas persisten por varias semanas, es fundamental consultar a un médico, incluso si no se tiene historial de tabaquismo. El diagnóstico temprano puede hacer una gran diferencia en el tratamiento.
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