La joven compartió la imagen en Twitter y rápidamente alcanzó 333.000 ‘me gusta’. Como ella puso su cuenta privada (tal vez por el alcance que tuvo su tuit), la foto ya no se puede ver, pero medios como Daily Mail alcanzaron a replicarla:

Twitter, vía Daily Mail.

El diario británico indicó que, tras lo ocurrido, Bobby acudió al médico y allí le indicaron que estaba bien de salud. Esto fue lo que él escribió en redes:

“Aparentemente, comí pintura esta mañana. Honestamente, sabe mejor que el yogur, así que no hay remordimientos (las personas de control de envenenamiento se rieron de mí, pero me dijeron que estaré bien)”.

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Citando al National Capital Poison Center de Estados Unidos, el medio explicó que lo más probable es que Bobby haya ingerido pintura a base de agua, que aunque “puede causar vómitos si se consume en grandes cantidades”, no representa un peligro como aquellas pinturas a base de aceite, que “contienen disolventes extremadamente venenosos”.

Gracias a esta anécdota, el abuelo alcanzó los 51.300 seguidores en Instagram y, además, ahora se hace llamar el ‘Yogurt boy’ (el chico del yogur).