Luego de varios años, el hombre viajó a California y montó una empresa de fotografía y cine. Poco después, a mediados de los años 90, “su compañía se involucró en el mundo lucrativo de la industria del cine para adultos”, algo que le trajo mucho dinero a Shawn, informó CNN.

De acuerdo con ese medio, el estadounidense hizo tanto dinero gracias a ese negocio que incluso compró una residencia en un lujoso barrio de Los Ángeles. “Era una casa hermosa, algo que verías en MTV”, manifestó Michael, hermano menor de Shawn.

CNN indicó que toda esa vida de lujos empezó a caer en picada debido a “disputas” con los cofundadores de la empresa que Shawn había montado. Estas hicieron que los ingresos se agotaran y, ya para el final, cuando todo se había resulto, no quedaba ni un centavo.

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A lo anterior se sumó que el hombre cayó en una “crisis emocional y física” debido a la muerte de su mamá, quien falleció de cáncer. Fue así como Shawn pasó a “vivir de un lugar a otro” y, muchas veces, hasta durmió en su carro, que también acabó perdiendo, señaló la cadena de noticias.

El que una vez fue un exitoso empresario ahora habita las calles de Los Ángeles, viviendo de la caridad. Este hombre, además, es adicto a las anfetaminas, drogas que toma “varias veces a la semana como un escape” y para ayudarlo a estar despierto en las noches, pues de esta manera evita que lo roben, indicó el mismo medio.

Aunque la familia de Shawn le ha ofrecido ayuda, él se ha negado a recibirla. Además, evita ir a los albergues que tiene el gobierno porque cree que, de alguna manera, eso restringe su libertad. Ante ese panorama, el ahora habitante de calle le comentó a CNN que piensa montar “un nuevo pequeño negocio” para salir de esa vida.