La que pasa después de la muerte es quizá una de las incógnitas que más despiertan curiosidad en la humanidad, pues es un enigma que la ciencia durante años ha intentado desentramar. Aunque se ha llegado a un punto determinado, las respuestas todavía no son definitivas ni claras; sin embargo, algunos investigadores entre ellos neurólogos y científicos han expuesto algunas teorías que se acercan al fin del misterio.

Lo que si es palpable y ha sido objeto de estudio es lo que le pasa al cuerpo después de morir y el proceso de descomposición que empieza a tener cuando el corazón deja de latir y el cadáver reposa en una tumba. Pero esta no es la principal razón de la incógnita, eso va más allá y es lo que sucede con lo que hay después de morir. 

En primer lugar, la doctora Kathryn Mannix, especialista en cuidados paliativos y el final de la vida, ha expuesto en su libro ‘With The End in Mind’ (con el fin en la mente), que la muerte es una etapa más de la vida y que se debe aceptar como tal.

“En mi humilde opinión, morir probablemente no es tan malo como se espera. Perdimos la sabiduría de ver a la muerte humana como algo natural y es hora de que hablemos sobre la muerte correctamente y recuperemos esa sabiduría”, expresa en un apartado de su libro.

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Otra de las teorías la sostiene el doctor Thomas Fleischmann, médico de urgencias durante más de 35 años, quien expone que hay cinco fases que pudo comprobar al compartir con la muerte de más de dos mil personas.

En una charla TEDx que brindó en 2014 en Hamburgo, desarrolló su hipótesis. La primera fase se refiere al fin de dolor, cuando la persona deja de sentir:  “El miedo se ha ido, todos los ruidos se han ido, y solo hay paz, calma y tranquilidad. Algunos incluso reportan alegría”.

En segunda instancia, el médico asegura que hay una experiencia más allá del cuerpo: “Hay gente que asegura que están volando por encima de sí mismas y, en muchas ocasiones, se ven ellas mismas acostadas en la camilla”.

Posteriormente, en el siguiente lugar explica las condiciones que pueden experimentar en ese estado: “En la tercera etapa el 98-99 % de las personas se sienten cómodos y en paz, aunque el 2 % puede vivenciar situaciones, ruidos, olores y criaturas terribles”.

Ya en la cuarta fase los testigos hablan de que hay una luz que empieza a brillar en medio de la oscuridad, la cual es cálida y muy atractiva. Finalmente, para el cierre de este ciclo los sobrevivientes que le contaron su experiencia resumen que hay un sitio de mucha paz: “Un entorno hermoso, con bellos colores y en muchos casos oyen música y presencian un sentimiento de amor incondicional”.