Juan, quien comercializaba este producto, junto a sus vecinos Vicente y Jonathan, que se dedicaban al estucado y la instalación de cámaras respectivamente, tuvieron que cambiar su actividad económica debido a las condiciones de aislamiento y las dificultades económicas que ha traído el COVID-19.

Estos vecinos se asociaron, invirtieron sus ahorros y ahora buscan ganarse la vida prestando servicios de desinfección.