Sin embargo, las opiniones del artista español resultaron mucho menos radicales de lo que se pensaría, particularmente hablando de un músico amante de la poesía a nivel personal y musical como lo es él, con líricas complejas y concienzudas.

“Del reguetón realmente puedo opinar muy poco porque no tengo el descaro de opinar de lo que ignoro”

Su concepto del reguetón fue incluso mucho más condescendiente y respetuoso de lo que se esperaría. Incluso se alejó de hacer interpretaciones demasiado complejas de las letras. “¡Qué contundencia literaria!”, opinó, por ejemplo, de ‘4 babys’, de Maluma, sin dejar ver sarcasmo alguno.

Al final de la experiencia, Serrat reflexionó diciendo que “la construcción del reguetón no es complicada. Puede gustarte más o menos, pero no es difícil“.

“Me impresionó más, ¿cómo se llama?, Karola García [Karol G]”

Eso sí, para evitar entrar en conceptos dio una pista para apreciar el reguetón en alguna medida: “hay que entregarse más en la escucha, porque la culpa no es del que escribe sino del que escucha“.

La conclusión de Samper Ospina puede ser quizá la que mejor encierre la experiencia:

“Serrat ha reaccionado al reguetón de una manera muy poco reaccionaria”