La prueba corrió por cuenta de Square Trade, grupo que lleva bastante tiempo haciendo experimentos con diferentes teléfonos, que somete a pruebas de agua y golpes para simular situaciones de la vida real y, su vez, evaluar qué tanta resistencia tienen.
Esta vez el centro de la investigación fue el recién lanzado iPhone SE, que fue comparado con sus ‘hermanos’, el iPhone 6S y el 6S Plus.
En un primer momento se muestra que el nuevo teléfono de Apple es mucho menos resistente al agua que sus antecesores, ya que no tuvo que pasar mucho tiempo sumergido para que dejara de funcionar; si bien, ni el iPhone 6S ni el 6S Plus son estrictamente resistentes al agua, sí son capaces de soportar entre 10 y 30 minutos sumergidos sin mostrar daños de consideración.
Lo mismo pasa con las cubiertas: las del 6s y 6s Plus son de mucha mejor calidad que la del SE, el cual quedó notablemente maltrecho luego de la prueba de las caídas. Algo similar ocurrió cuando fue sometido a las 178 libras de peso, ya que apenas soportó unos segundos sin sucumbir, mientras que los otros modelos, en la misma instancia, apenas mostraban algunas dobladuras en sus cuerpos.
Este video muestra en detalle el experimento al que fueron sometidos los diferentes modelos del iPhone: