Según el Ejecutivo europeo, Qualcomm “pagó miles de millones de dólares” a Apple para garantizarse su fidelidad entre 2011 y 2016.

Qualcomm reaccionó anunciando en un comunicado su “decisión de apelar ante el Tribunal de Justicia Europeo”.

“Qualcomm ha apartado ilegalmente a sus competidores”, declaró la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, al anunciar esta multa de 997 millones de euros.

“Estos pagos no eran simples reducciones de precio, eran efectuados con la condición de que Apple utilizara exclusivamente los chips de Qualcomm en todos sus iPhones y sus iPads”, indicó la comisaria danesa.

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En consecuencia, ningún rival podía competir eficazmente con Qualcomm en este mercado, sea cual fuera la calidad de sus productos, indicó la Comisión.

El Ejecutivo señaló también que, a través de su comportamiento, Qualcomm privó a los consumidores de otras empresas de un abanico más grande de opciones y de mayor innovación, aunque el sector se caracteriza por una fuerte demanda y alto potencial para las tecnologías innovadoras.

Según las normas de competencia de la UE, esta práctica es ilegal.

Vestager rechazó, al ser interrogada al respecto, que este caso de abuso de posición dominante no fuera más bien un caso de cártel, es decir, un acuerdo entre Qualcomm y Apple. “Incluso para Apple era duro cambiar de proveedor”, señaló.

Multa disuasiva

La multa a Qualcomm “tiene en cuenta la duración y la gravedad de la infracción y busca disuadir a los actores del mercado de llevar a cabo dichas prácticas anticompetencia en el futuro”, precisó la Comisión Europea.

Según el comunicado comunitario, la multa representa 4,9% del volumen de negocios de Qualcomm en 2017.

La Comisión Europea abrió la investigación el 16 de julio de 2015 y confirmó sus sospechas cinco meses después, cuando publicó un pliego de cargos, lo que en la jerga comunitaria equivale a un acta de acusación.

Al mismo tiempo, Bruselas abrió una investigación paralela sobre otro comportamiento abusivo de Qualcomm, al acusarlo de practicar “precios de expulsión”, es decir, precios inferiores a los costes de producción con el objetivo de forzar a sus competidores a salir del mercado. Esta investigación aún no está cerrada.

AFP