“Google utilizó Android como un vehículo para consolidar la posición dominante de su motor de búsqueda. Estas prácticas […] privaron a los consumidores europeos de las ventajas de una competencia efectiva”, dijo en un comunicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.

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La compañía estadounidense anunció en un comunicado, minutos después, que recurrirá la multa.

“Recurriremos la decisión de la Comisión”, dijo el vocero de Google, Al Verney, para quien Android no limitó la oferta de los consumidores.

“Un ecosistema vibrante, una rápida innovación y precios más bajos son las características clásicas de una competencia robusta”, agregó.

Esta es la multa por abuso de posición dominante más voluminosa impuesta por Bruselas a Google, pero no la única.

Ya en 2017, la Comunidad Europea impuso 2.424 millones de euros a Google por favorecer en su popular buscador a su servicio Google Shopping frente a sus rivales. La compañía recurrió la decisión ante la justicia europea en septiembre de 2017.