Empecemos diciendo que ChatGPT dio un salto que nadie se esperaba de la manera abrupta que lo dio OpenAI. Tanto así que varias figuras detrás de las Big Tech salieron a pedir un paron de 6 meses para hacer un marco de regulación común y que la Inteligencia Artificial no se saliera de control. Elon Musk, Steve Bosniak y Yuval Noah Harari entre otros, han enviado un mensaje de urgencia para trabajar en un protocolo de seguridad.

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Pues el primer país que quiso prohibir, al menos temporalmente  a ChatGPT ha sido Italia. Aseguran que el chatbot infringe las normas de GPDP (Garante para la Protección de Datos Personales), en el marco de una supuesta recopilación ilícita de información sensible de los usuarios. El poder ejecutivo Italiano resolvió la prohibición de la herramienta en su territorio.

Según el ente regulador, “no se proporciona ninguna información a los usuarios, ni a los interesados cuyos datos han sido recopilados por OpenAI, L.L.C. y procesados a través del servicio de ChatGPT”. Señala también “la ausencia de una base jurídica adecuada en relación con la recopilación de datos personales y su tratamiento con fines de formación de los algoritmos subyacentes al funcionamiento de ChatGPT”.

También alegó que la verificación de edad no estaba disponible y esto era muy importante para dejar operar al chatbot en su país. la función de OpenAI va en contra de los artículos 5, 6, 8, 13 y 25 de la normativa. La disposición es de carácter temporal y regirá hasta que ChatGPT cumpla con el Reglamento General de Protección de Datos europeo.

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Ahora España sigue los pasos de su vecino Italia. El país Ibérico abrió el debate público para prohibir a ChatGPT. Hay que recordar que esta IA llegó a 100 millones de usuarios en tan solo dos meses, algo nunca antes visto en una Big Tech. 

Según recoge Reuters, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha registrado una solicitud al organismo de control de la privacidad de la Unión Europea para que realice una evaluación sobre las preocupaciones surgidas respecto a la privacidad sobre ChatGPT. En conclusión, y tal y como ha especificado la propia agencia a Reuters, quieren comprobar la base de dichas preocupaciones, ahora que el escrutinio a los sistemas de inteligencia artificial ha aumentado enormemente.

“La AEPD entiende que los tratamientos globales que puedan tener un impacto significativo en los derechos de las personas requieren decisiones coordinadas a nivel europeo”. Añadían además que en el próximo pleno del Comité se abra el debate sobre este tema “para que se puedan poner en marcha acciones armonizadas en el marco de la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos”. 

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La lista ha ido en aumento y Irlanda, Alemania y Francia, así como Estados Unidos ya han alzado la voz para buscar una regulación en materia de Inteligencia Artificial: “La administración de Biden sopesa posibles reglas para herramientas de IA como ChatGPT”, lo publicó recientemente The Wall Street Journal.