Por esa razón, porque no me gustan los extremos y creo que la polarización es lo que menos necesita el país, mi voto es por Sergio Fajardo.

El profesor Fajardo es una opción real que viene cargada de propuestas sensatas y poco populistas (¿será por eso que a muchos no les gusta?). A diferencia de lo que pasa entre la derecha y la izquierda, donde las propuestas brotan sin cesar, pero jamás son explicadas o justificadas, Fajardo habla poco, pero lo que dice tiene sentido.

Adicional a eso, su indiscutible apuesta por la educación y su rechazo absoluto a la corrupción (aunque todos dicen rechazarla, la mayoría de los partidos tradicionales viven untados de ella) hacen de él un candidato de mis afectos. La visión que Fajardo tiene de Colombia es la misma que tenemos millones de colombianos y por eso él se merece nuestro apoyo.

Irse por el candidato de Álvaro Uribe es seguir por el mismo camino por que venimos hace años (aunque venimos de 8 años de Juan Manuel Santos, recordemos que él fue el candidato de Uribe inicialmente y antes de eso fueron 8 años del mismo personaje). Elegir a Duque es darle la espalda al proceso de paz, es seguir con los mismos que nos vienen gobernando desde hace mucho tiempo y es darle poder absoluto a una ideología que tanto daño le causó a Colombia. Y, lo peor de todo, es apoyar a un personaje que tiene a Alejandro Ordóñez a su lado, ¿no les da miedo ese tipo?

Por su parte, apoyar a Petro sería ir por un personaje lleno de resentimiento y odio que estancaría al país por 4 años. El ex guerrillero del M-19 tendría al Congreso de Colombia en su contra, razón por la que la única forma en la que podría gobernar y sacar adelante sus propuestas es realizando la asamblea nacional constituyente de la que él ya ha hablado. Si eso llegase a pasar, ahí si podemos comenzar a hablar de una ‘venezolanización’ de Colombia. Adicional a eso, Petro, como ya lo demostró en Bogotá, es un pésimo gerente que poco haría por el país por andar de pelea con ‘Raimundo y todo el mundo’.

A diferencia de estos dos personajes, el profe Fajardo llegaría la presidencia de Colombia con una imagen positiva que le permitiría tener apoyo de los dos extremos políticos del país. El exalcalde de Medellín podría trabajar en ideas positivas e innovadoras para los colombianos y no se dedicaría a polarizar y a generar odios, algo que necesitamos con urgencia.

Fajardo puede que no sea tan buen político como los demás candidatos (lo cual es muy bueno, si se mira como está Colombia después de pasar por las manos de grandes políticos), pero estoy seguro de que es la mejor opción. A su lado será mucho más fácil construir la Colombia educada, honesta, incluyente y respetuosa con la que todos soñamos.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.