Lo agradezco porque este año se cumplen 66 años del derecho al voto de las mujeres en Colombia, porque desde hace dos siglos nos podemos poner pantalón, porque podemos trabajar y ser mamás, o no, decidir criar un hijo solas o no.

La palabra clave de todo es decidir y es ahí donde la lucha sigue. Queremos decidir sobre nosotras. Me abruman cientos de simposios sobre la lactancia y el aborto con mesas dirigidas por hombres en donde hablan sin parar de lo que no saben, no tienen la experiencia de lactar, no saben qué se siente estar en embarazo. Parece un mal chiste y una foto retocada para hacer un meme, pero es verdad, hay mesas de estas en donde no está sentada ni una mujer.

A mí me parece maravilloso que las mujeres quieran ser mamás, que críen a sus cachorros y que le hagan la comida a toda la familia, pero también me encanta que decidan bailar todos los fines de semana, y levantarse a la hora que quieren porque decidieron que eso era lo que querían. Otra vez lo importante es que las mujeres podamos decidir sobre nuestras vidas, no es tan complicado entender que solo sí es sí. El juego de no es sí debe ser consensuado, los deseos de los hombres no son más o menos importantes que los de las mujeres.

Una mujer también quiere tener una noche de pasión y aún así tiene el derecho de escoger con quién lo hace. Es ella y solo ella la que debería tener poder sobre sus deseos, o sus ganas, o sobre las decisiones que cambiarán su vida.

Según el DRAE, el feminismo es “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”. No dice que el feminismo es el abuso, la venganza contra los hombres o similares.

Desafortunadamente el feminismo, por la razón que sea, ha sido mal interpretado en la actualidad y muchas piensan que es el opuesto del machismo y, aunque por la similitud de la palabra, se deduce que es así, si usamos el diccionario para comunicarnos y usar los mismos significados de las palabras le daríamos el beneficio de la duda a las acciones feministas y podríamos agradecerles a estas personas que luchan por un mundo en el que quepamos todos.

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