[…] en alguna etapa de sus vidas!

Te compartiré lo que a mí me ha enseñado en dos columnas. Esta es la primera de ellas.

La soltería es un período maravilloso para que puedas entender qué es lo que quieres para tu corazón y cómo lo quieres.

Cuando entras en la soltería está claro que vas a empezar a hacer cosas de forma autónoma, cosas que quizás hacías con tu pareja y que te pueden llevar a pensar que no estás preparada para hacerlas. Cuando aprendes a desarrollar tus habilidades, vas ganando confianza en ti, en lo que puedes aprender a hacer y en tus capacidades.

Una soltera se demuestra a sí misma cada día cosas que puede hacer en soledad y que la pueden llevar a estar plena y feliz al conseguirlas. Al no tener a alguien tan cerca, una soltera es alguien que sabe utilizar la autodisciplina para mantenerse en forma, para cultivar hábitos operativos positivos, para cuidar de sí misma, de su familia, de sus hijos (si los tiene) y de su red de amistades. Una soltera sabe elegir en cada momento lo que más le conviene y en su determinación radica la clave de su bienestar.

También es alguien que tiene que organizarse de una forma diferente, manejar unos horarios, unas prioridades y una agenda que le permita estar bien con su cuerpo, su mente y su corazón. Así que con el paso del tiempo la soltería va hacer que esta mujer conozca los siguientes dones:

Madurez:

Llega por sí sola cuando en la autonomía y en el autocuidado construyen tu bienestar. Madurar es aprender que con responsabilidad llegarás a vivir mejor y a entenderte a ti misma como una mujer que desea desarrollarse con sensatez y juicio, al mismo tiempo que puede disfrutar de todas las virtudes y deseos que conviven en tu interior. 

¿Sientes que tu soltería te ha permitido madurar? Dame un ejemplo.

Serenidad:

Capacidad de estar a gusto con lo que se hace y se piensa al mismo tiempo que se obtiene control de la situación. Está relacionada con la paciencia que llegas a cultivar y con la capacidad de hacer frente a dificultades con equilibrio.

¿Crees que tu soltería te ha permitido ganar serenidad? Dame un ejemplo.

Empoderamiento:

Tu soltería te hace encontrar tus máximos dones y empezar a entender en qué radica tu poder como mujer. Conectar con ese poder interior te sirve para luego ponerlo al servicio de los demás. Si conoces tu fortaleza, capacidad y confías en él puedes empezar a liderar tu propio proyecto en función de la causa que sea necesaria. Te abre el espectro para que seas tú la que toma sus propias decisiones. Es convivir con la frase “Todo lo puedo”. Se alimenta de tu confianza en ti misma.

¿Crees que tu soltería te ha permitido empoderarte? Dame un ejemplo.

Quédate atento a la segunda columna sobre lo que la soltería me ha enseñado que saldrá publicada en Pulzo.

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