Según el Ministro, con base en un ‘render’ (video animado) que presentó en rueda de prensa en la mañana de este viernes, el terrorista José Aldemar Rojas Rodríguez ingresó a la academia de la Policía “aprovechando la apertura de una puerta usada exclusivamente para vehículos de carga, para entrar camiones pesados”.

Rojas Rodríguez aprovechó “la sacada de unas motos y a toda velocidad” e ingresó al lugar “sin respetar a los guardias de seguridad, quienes inmediatamente, frente al hecho, comienzan a avisar a los demás guardias que hay dentro de toda la institución”, agregó el Ministro.

Advirtió, además, que “si las personas de la guardia se le hubieran interpuesto, sin lugar a dudas hubieran sido atropelladas. Cuando el vehículo entra a toda velocidad, obviamente, el guardia se retira so pena de ser arrollado”.

“Y eso es una actitud defensiva. Inmediatamente, [el policía de la guardia] activa todos los protocolos de seguridad, y es así como lo van detectando en todo su desplazamiento, que fue sumamente corto, en su ingreso y su permanencia hasta que explota”, dijo Botero ante una pregunta en la rueda de prensa.

“Aquí no hubo perros, como se dijo. Ningún perro fue muerto”, dijo enfáticamente. “El único perro que había que puede detectar explosivos estaba en la puerta principal de la Escuela General Santander”.

Esta versión del Ministro niega, como lo sostuvo en un audio que circuló profusamente una mujer que relata a sus “compañeros” cómo  un perro detectó el explosivo del carro bomba y precipitó la acción suicida del conductor. Esa versión también fue ampliamente difundida por los medios (incluido Pulzo).

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“El vehículo continúa su curso. Hay unas personas que reportan en el momento en que el vehículo está ingresando. El carro avanza y metros adentro de la escuela es abordado por un oficial de seguridad que ya estaba notificado por radio”, relata Botero.

Por último, en lo referente al ingreso del carro bomba a la Escuela de Policía, Botero señala: “El oficial está inquiriéndolo [al terrorista], y en ese momento él echa reversa, se devuelve y el vehículo explota frente a un dormitorio primordialmente de mujeres”.

Las declaraciones del Ministro responden varias preguntas, pero también plantea nuevos interrogantes sobre la efectividad de los protocolos de seguridad activados.