El asunto adquirió notoriedad debido a que Zuluaga fue nombrado director de la Fiesta del Libro de Medellín, decisión contra la cual protestaron algunas mujeres sacando a relucir presuntos excesos que el periodista habría tenido con ellas en el pasado.

Algunos medios recogieron sus testimonios y el también profesor universitario tuvo que declinar su nombramiento, pero además interpuso una tutela a raíz de la propagación de las versiones en su contra. El juez que aceptó su caso explicó que le concedió medidas ya que “no hay procesos penales abiertos hasta el momento” sobre el tema, y que Zuluaga “fue expuesto a medios públicos bajo información que no ha sido debidamente confirmada”, indicó El Tiempo.

Los medios a los que se refiere la decisión son Caracol Televisión, Noticias Caracol y Morada Noticias, a los que el tribunal exhortó a que “cesen las publicaciones que tengan relación con el supuesto acoso sexual que se le endilga al accionante”, detalla El Tiempo. Además, puntualizó que esto debería ser de esta manera por lo menos hasta que el tema “se resuelva de fondo”.

No obstante, no resulta sencillo juzgar lo sucedido ya que parece ser una de las denuncias que distinguen al movimiento #MeToo. En estos casos, grupos de mujeres que son víctimas de acoso o abuso se ven cohibidas de divulgar su caso por pena, presión social o amenazas, pero consiguen reunir valor para hablar del tema al ver que no son las únicas.

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Esa tendencia coincide con la forma en que El Colombiano contó el caso: “Cuando se hizo público el nombramiento [de Zuluaga], varias mujeres se fueron encontrando en su inconformidad”, indicó, evidenciando que ninguna de ellas lo había denunciado y solo se percataron de que eran múltiples casos cuando reaccionaron al nombramiento.

No obstante, las mujeres dijeron a ese medio que su intención era “contarle a la Secretaría [de Cultura] lo que estaba pasando de manera más discreta y prudente, para que supieran los casos y tomaran medidas”. Sin embargo, “más voces se sumaron al no pasar nada y era momento de que se escuchara”, prosigue el periódico.

Ellas mismas dan a entender que no elevarían el caso a una denuncia formal, pero enfatizan en que esto “no es un requisito y ni siquiera es porque estén dudando”, sino porque “no es su interés”:

“Lo que estamos diciendo es que estamos poniendo nuestros casos para que la Alcaldía se dé cuenta de que esta persona no es idónea para este cargo”: dicen las presuntas víctimas a El Colombiano

Según el diario de Medellín, Zuluaga dice que han querido presentar “actos de galantería, coquetería, algunas veces de excesiva cercanía por amistad, (…) como actos sistemáticos de irrespeto”.

En cambio, el testimonio de una de las mujeres, también recogido por ese medio, relata que “cuando estudiaba en la universidad, un día le dijo que estaba preocupado por su nota y que qué podrían hacer para arreglar la situación, que dónde se encontraban”. Además, habla de una ocasión en la que fueron a un bar a tomar aguardiente y allí, aseguran, hubo “contacto físico demasiado confianzudo y nos sentíamos acosadas. Sin necesidad de que nos dijera acostémonos, sí era bastante clara su intención”.