La propuesta es del concejal del Centro Democrático Óscar Ramírez, e incluye restricciones para entrar a estadios, restaurantes y cualquier evento masivo.

El cabildante uribista le planteó su idea al Distrito, dice él, para promover la vacunación en la capital con el fin de alcanzar la inmunidad de rebaño, y a su vez impulsar la reactivación económica.

Según ha explicado en sus redes sociales el también presidente de la Comisión de COVID-19 en el cabildo distrital, la iniciativa cobija espacios como los cines y otros establecimientos públicos, y tendría alcance hasta el transporte público:

“Restrinjamos el ingreso a Transmilenio para personas que no se encuentren vacunadas. O si quiere ir al estadio, si quiere ir al concierto, si quiere asistir a eventos masivos”, detalló el concejal a CM&.

Su propuesta ya está en la Secretaría de Salud de Bogotá, pero también hizo un llamado al Gobierno Nacional para que la evalúe “la restricción para no vacunados dentro del transporte, tal como lo faculta el artículo 365 de la Constitución que permite al Estado ejercer control sobre este servicio“.

En su idea, el concejal Ramírez también solicita que se levanten algunas medidas y se permitan aforos completos para las personas que ya se inocularon, pues considera que eso serviría de incentivo para vacunarse con el fin de acelerar la reactivación económica.

Entre tanto, en Red+ Noticias, Ramírez argumentó su propuesta señalando que “los no vacunados son fábricas de variantes y son los que en unos meses llenarán los servicios hospitalarios, por eso es necesario avanzar en medidas coercitivas para contener la pandemia”.

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Y añadió en W Radio: “La variante delta ha demostrado ser dos veces más contagiosa, por esa razón, los particulares como equipos de fútbol, dueños de centros comerciales, restaurantes, conciertos, etc., estarían dispuestos a dar descuentos en un escenario en el que les permitan aumentar el aforo si solamente ingresan personas que se encuentren vacunadas”.

Algunos ciudadanos, especialmente quienes están en contra de inmunizarse, expresaron en esos medios que eso puede considerarse un abuso de autoridad porque ni en Colombia ni en ningún lado la vacuna es obligatoria; aunque en algunos países sí están exigiendo ‘pasaportes COVID’ para entrar a eventos públicos o establecimientos.

Por su parte, el cabildante considera que la vacunación es un acto de responsabilidad social, pues cree que debe primar el bien común sobre el particular, y es una situación que afecta directamente la salud pública.

Como el mismo concejal lo explica, los privados que administran sus espacios se pueden reservar el derecho de admisión, pero la propuesta tiene un freno en Transmilenio, pues el transporte es considerado un servicio esencial como lo son la educación y los servicios públicos.

En su propuesta, Ramírez incluyó que los ciudadanos que no se quieren vacunar alcanzan un 20 % de la población de la ciudad, según un estudio de la Alcaldía de Bogotá, y que el 78 % de los hospitalizados por coronavirus en junio no estaban inmunizados, como lo difundió el Ministerio de Salud. El debate continúa en torno a la propuesta.