Un gran estruendo se escuchó tras caída del techo de la capilla del ancianato en Ambalema el lunes en la noche, daño que se suma a la lista de edificaciones patrimoniales que se han venido desmoronando en los últimos años, ante la mirada impotente de los habitantes.

El hecho generó gran preocupación entre la comunidad, pues inicialmente pensaron que el desplome había sido en el lugar que alberga a varios abuelitos; “gracias a Dios fue la iglesia no más”, expresó una ciudadana.

En medio de la penumbra y caminando entre algunos trozos de pared que estaban en el suelo, un habitante mencionó “y esto queda así, no van hacer nada, como quedó La María (Auxiliadora institución educativa). Ambalema ya no va a existir”.

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“Así como se cayó el techo de la iglesia, se puede caer el techo donde están los ancianos”, expresaron y advirtieron los ciudadanos. Otros agregaron que lamentablemente su población dejó de ser turística, “antes era bonito”.

En riesgo ancianato

La desilusión de los ambalemunos no es para menos, pues el patrimonio colonial, que también es de los tolimenses, está colapsando poco a poco; muestra de ello es la caída de la cúpula de la antigua iglesia que se registró en 2018, La Factoría a la que en 2021 se le cayó el ala de adelante de la entrada y colapsó el techo, asimismo, la Casa Inglesa, que lleva años a la deriva.

Ricardo Borrero, presidente de la Fundación Amigos de Amabalema Viva, Ambaviva, indicó que la capilla del ancianato tiene al menos 50 años de existencia y fue construida por la Beneficencia del Tolima y durante este tiempo no se la habría hecho mantenimiento con frecuencia.

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Teniendo en cuenta que el hogar de los abuelos y la capilla son una misma estructura, hay gran intranquilidad. “Lo que me preocupa en este momento, es que el techo del ancianato debe estar en el mismo estado, el peligro es que se les caiga”.

Y añadió que todas las construcciones públicas, prácticamente se encuentran abandonadas.

¿Y los compromisos?

En febrero se adelantó una mesa de trabajo, que tenía como fin articular esfuerzos para garantizar la conservación y recuperación de los bienes de interés cultural; en dicho espacio se contó con la participación de delegados de los ministerios de Cultura y Vivienda, Invías, la Dirección de Cultura del Tolima, la Alcaldía de Ambalema, ciudadanía, entre otras entidades.

La jornada dejó varios compromisos, por parte del Ministerio de Vivienda se acordó expedir una reglamentación para entregar auxilios a vivienda de interés cultural; la Dirección de Cultura manifestó querer adecuar la Estación del Ferrocarril y la Alcaldía planteó la intención de formular un proyecto que se llevaría a la Gobernación con el fin de obtener apoyo económico para intervenir La Factoría.

Al consultarle a Borrero qué avances hay, indicó que se avanza a paso lento, sin embargo, la esperanza está puesta en que estaría por expedirse el decreto que entrega el auxilio para vivienda de interés cultural.

“Sobre la Estación del Ferrocarril se está revisando presupuestos para arreglarla, de la Escuela María Auxiliadora y de la Factoría, no dicen nada”, comentó.

Malecón inconcluso

Al panorama se le suma la inconclusa obra de la ampliación del Malecón Fase II, proyecto al que se le asignó $ 3.178.760.000 incluido el valor de la interventoría. Aunque la ejecución va en un 70%, los trabajos quedaron pausados desde octubre de 2021, es decir siete meses detenido.

La razón obedece a que el contrato de la interventoría, está a cargo de la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena, Cormagdalena. “Estamos en lo mismo de hace seis meses, no hay interventoría, ya se volvió un ‘elefante blanco’ para Ambalema”, comentó Borrero.

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Ante la falta de respuestas, desde la Veeduría Ciudadana Ampliación del Malecón de Ambalema Fase II, se envió un derecho de petición a Cormagdalena y la Contraloría General de la República, para solicitar los documentos y gestiones administrativas que ha hecho la Corporación como “contratante y responsable de la interventoría”.

Igualmente, se pregunta “qué impedimentos ha causado la contratación de la interventoría y cual es el tiempo estimado para que dicho contrato se ejecute”. Hasta ayer, los veedores seguían esperando respuesta.