Amaury Rodríguez, profesional especializado de la Corporación Regional Ambiental (CAR), detalló en Noticias Caracol que hay menos vertimientos industriales en el río y esto ayuda a que la contaminación industrial baje.

Gracias a este impacto positivo, señala el informativo, muchos animales retornaron al río. En ese sentido, Martha Luz Bugallo, ingeniera ambiental de la CAR, destaca que se ven más aves y se aprecia el mejoramiento de los árboles.

De hecho, el caudal muestra un color más claro de las aguas gracias al proceso de oxigenación que están viviendo. Además, destaca el medio, los fuertes olores han disminuído.

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De otro lado, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, citada por El Espectador, señaló que hay mejoras en 6 aspectos asociados a la calidad del agua del río. Estos son: turbiedad, presencia de magnesio, materia orgánica, amonio, óxido disuelto y conductividad.

La comparación, destaca el rotativo, se hizo entre el periodo del 20 de marzo y el 30 de abril de 2019 y las mismas fechas de 2020.

El diario señala que con relación a la turbiedad, el valor pasó de 34,50 unt a 23,50 unt.

Dinero colombiano

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Con el magnesio, agregó el diario, se pasó de un valor promedio de 0,10 miligramos por litro (mg/l) y máximo de 0,288 mg/l, a un valor promedio de 0,05 mg/l, con un máximo de 0,07 mg/l.

Sobre la materia orgánica, el pico de 11,35 mg/l pasó a un mucho menos dramático máximo de 4,90 mg/l.

Por otro lado, el río presentaba un índice de máximo de amonio de 2,58 mg/l, valor que durante la pandemia bajó a 0,79 mg/l.

Con relación al oxígeno disuelto, El Espectador señala que “el valor para el tratamiento debe estar por encima de 2 mg/l” y que su valor óptimo debe ser mayor o igual a 4 mg/l.

Pues bien, el indicador estaba entre 1,81 mg/l y 3,16 mg/l. Durante el aislamiento, pasó a un rango entre 3,44 mg/l y 4,77 mg/l.

Para concluir, la conductividad paso de un máximo de 232 µs/cm a 120 µs/cm en la cuarentena.