Largas filas deben hacer por estos días los carreñenses para llenar el tanque de combustible de sus vehículos. Hay quienes denuncian que no hay suficiente gasolina en las estaciones para abastecer la demanda.

“Estuve casi 30 minutos esperando mi turno, lloviznándome en la fila para colocarle combustible a mi moto, pero no alcancé a llenar porque se acabó la gasolina”, dijo un finquero que vive en el sector de Las Granjas. “Se me dificulta venir otra vez a perder el tiempo acá, necesitamos que nos den soluciones ya”, comentó.

El Morichal consultó sobre esta situación con los operadores de la planta de Terpel en Puerto Carreño (Vichada). De manera general explicaron que la situación se presenta por la temporada o transición invierno-verano y viceversa, que impide el transporte del combustible por vía terrestre y fluvial en esta parte del país por un periodo de 20 días.

Un funcionario de la empresa, quien pidió no mencionar su nombre por no tener vocería dentro de la empresa para dar declaraciones a los medios, aseguró que no tienen desabastecimiento y que las dificultades recientes se han presentado porque están administrando el inventario que manejan.

“En estos momentos ya los niveles del río están subiendo y nos permite movilizar las embarcaciones de carga pesada que abastecen de producto a la planta”, indicó.

Pero, la comunidad insiste en que debe existir un plan de contingencia más efectivo ante la temporada. “Todos los años es el mismo cuento con Terpel”, dijo Barros. “Uno entiende que la carretera y el río en este momento dificultan el traslado del combustible, pero creo que tienen la suficiente logística para prepararse con tiempo y almacenar suficiente combustible”.

Para Olga Peña, gerente de la estación de servicio Brisas del Orinoco, la situación es vergonzosa ante su clientela. “Me da pena con el cliente, pero la responsabilidad es de la parte logística y de Terpel, porque yo soy simplemente una cliente de Terpel, yo el producto no lo puedo traer de Bogotá, porque el producto entra acá a través de la planta de abastecimiento”, dijo.

Peña manifestó que la comunidad no debe entrar en pánico frente al suministro de combustible ya que “me parece suficiente los cuatro mil galones que nos están dando diarios”.

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“Pero la gente está empezando a llenar y llevar a toda hora en recipientes y eso es lo que está pasando”, precisó

Sin embargo, la frustración de algunos habitantes de la comunidad es llegar a la estación de servicio y no poder tanquear sus vehículos, y por ende, tener que acudir a comprar combustible a revendedores a un precio superior al de la gasolinera.

En la informalidad un litro y medio de gasolina puede llegar a costar entre cinco mil pesos a ocho mil pesos (en un envase de gaseosa), mientras que en la estación de servicio el galón (3,785 litros) cuesta $9.549 cuando es subsidiada y $11.480 cuando está a precio nacional.