En su nuevo espacio de opinión, Daniel Coronell lamenta haber vuelto a la revista el pasado 15 de junio, luego de que esa publicación hubiera cancelado su columna por un artículo de opinión en el que él cuestionaba la decisión de ese medio de no publicar el posible retorno de casos de falsos positivos, pese a contar con la información que también obtuvo The New York Times y que este último sí publicó en su momento.

El periodista dice arrepentirse de su regreso pues sigue creyendo que, con esa omisión, “Semana faltó a su deber periodístico”, y también porque, asegura, tras esa crítica “ya no me querían” en la revista.

Daniel Coronell

Artículo relacionado

Una “ficha de Uribe” y otros intereses por los que Coronell dice que lo sacaron de Semana

“Solo buscaban sofocar la controversia por mi salida, salvar unas cuantas suscripciones e ir marchitando la columna poco a poco y desde adentro”, denuncia el comunicador en Los Danieles para luego exponer allí las siguientes situaciones que, indica él, “nunca antes sucedían” y se presentaron desde su regreso a Semana y hasta el pasado 1 de abril (cuando la publicación de nuevo lo despidió):

1. “Dos veces me percaté de que mi columna era filtrada desde la tarde del viernes a personas cercanas al expresidente Álvaro Uribe”, denuncia el periodista.

2. Coronell afirma que en una ocasión le negaron la posibilidad de actualizar, con hechos recientes, su artículo de opinión sobre el paro nacional, mientras que a 2 de sus colegas si se lo permitieron.

3. También asegura que a sus columnas les cambiaban las ‘URL’, “lo cual ocasiona dificultades para los usuarios que llegan a ella a través de los buscadores de internet”. El comunicador sospecha que, con estos cambios que solo aplicaban a sus notas y que nunca le explicaron por qué se hacían, se buscaba disminuir el tráfico hacia sus textos e “impedir” que se leyeran.

4. Los honorarios que recibía por sus columnas en Semana, indica el opinador, no solo eran “de por sí modestos”, sino que hace unas semanas fueron reducidos en un 80 %: “Mis ingresos pasaron de simbólicos a míseros”.

5. “Soporté con paciencia monacal las esporádicas llamadas de Gabriel Gilinski donde se las arreglaba para recordarme que él es uribista y trumpista, como si debiera importarme”, añade el columnista en referencia al accionista de Semana.

6. Respecto de esta última queja, Coronell señala que el 20 de marzo, tras enviar la que sería su última columna en Semana y donde criticaba a la revista, recibió 2 mensajes, vía Whatsapp, de parte Gilinski, donde el empresario cuestionaba esa opinión del columnista y le advertía, según su denuncia, que ese artículo no iba a ser publicado. Sin embargo, agrega el periodista, en 2 mensajes posteriores -ese mismo día-, Gilinski le confirmó que sí publicarían su columna, como en efecto se hizo al día siguiente.

“Gabriel me marcó varias veces durante 2 días pero no le respondí porque no era él, sino el director Alejandro Santos, el interlocutor adecuado para tratar un tema editorial. Alejandro nunca llamó”, añade Coronell.

Columna de Salud Hernández a Coronell en Semana

Artículo relacionado

Salud H. habla de "frustración" de Coronell, y se cobra la crítica que le hizo Héctor Abad

El columnista recuerda además que después de este último episodio, la gerente de Semana Sandra Suárez le comunicó, también vía Whatsapp, la cancelación de su espacio de opinión en la revista.

Sobre Suárez, quien ocupó diversos cargos en la administración del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) -entre ellos el de ministra de Vivienda-, Coronell amplía detalles, en El Espectador, de la relación que, a su juicio, habría tenido ella con su despido de Semana.

Además, Daniel Coronell no lo menciona en Los Danieles, pero en el diario bogotano insinuó que detrás de la que terminó siendo su última columna en Semana sí pudo haber, de su parte, una intención por no seguir en esa revista, a la que también criticó por sus recientes cambios y apuestas y porque, dijo, su tradición y periodismo “se están desdibujando”.

Cabe recordar que la columna que precipitó su salida del semanario, era una fuerte crítica a ese medio porque, según Coronell, en 2 noticias que allí se publicaron sobre el Grupo Prisa, la revista “disfrazó de información relevante y de interés público un desquite contra un periodista radial  [Julio Sánchez Cristo]  que publicó [en W Radio] informaciones molestas para algunos directivos  de Semana”.