A tres meses largos de que comience la COP16 en Cali, el próximo 21 de octubre, siguen tomando vuelo unas palabras que se mencionaron en la duodécima edición del Festival Gabo, celebrado en Bogotá, y que interpelan desde ya a los organizadores del evento medioambiental con carácter mundial y plantean serios temas de discusión a los que ni el Gobierno Nacional ni la comunidad internacional les pueden sacar el cuerpo, como la situación de los indígenas y el asesinato de defensores de la biodiversidad.
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Las pronunció Darío Mejía, presidente del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas-UNPFII, cuando recordó que América Latina y el Caribe es la región más peligrosa del mundo para los que protegen la diversidad y para quienes defienden los derechos de la naturaleza.
En la charla ‘Camino a la COP16: Biodiversidad y saberes ancestrales de América Latina y el Caribe’, que tuvo lugar en el Gimnasio Moderno, Mejía reclamó que lo que se necesita es “abrir la discusión sobre cuáles son los factores que están incrementando la criminalización de los pueblos indígenas y tomar decisiones para frenar estas tendencias dañinas contra quienes están protegiendo la biodiversidad”.
La voz de Mejía fue escuchada con respeto y atención porque se trata de una autoridad. Tiene amplia experiencia con pueblos y organizaciones indígenas, y cuenta con una trayectoria en defensa de derechos territoriales, educación propia y autonomía. Además, tiene conocimientos y experiencia en planeación, monitoreo y evaluación participativa de políticas públicas y concertación de instrumentos jurídicos sobre pueblos indígenas.
“De lo que se trata es de no seguir mirando a los pueblos indígenas como beneficiarios o como sujetos pasivos o como víctimas, que lo son, porque, efectivamente, son quienes están enfrentando la crisis climática, son quienes menos contribuyen a la contaminación global, pero son a quienes más atacan, las cifras lo demuestran”, alertó Mejía.
“Que la sociedad colombiana también empiece a entender que no se trata de una lucha mezquina de unos indígenas tratando de luchar por allá por separado, sino que lo que están haciendo es proteger la naturaleza, que es donde, al final, se genera el oxígeno y el agua que necesitamos para vivir”, reivindicó Mejía, y se quejó de que aún “hay bastante resistencia para reconocer que los territorios indígenas “son tres veces más efectivos en la protección de la biodiversidad que todas las otras formas de protección de la biodiversidad basadas en área creadas en la tres recientes décadas”.
Por eso, lamentó que las discusiones sobre conocimiento tradicional de los pueblos indígenas están pendientes para ser incorporadas. “Lo que quieren los pueblos indígenas en la COP16 es avanzar en ese reconocimiento pueda ser efectivo con instrumentos concretos”.
En el caso de Colombia, subrayó que esos instrumentos son dos artículos constitucionales “que establecen claramente que los territorios indígenas pueden ser asumidos como entidades estatales de carácter especial que pueden tener un relacionamiento directo con el multilateralismo, que pueden efectivamente asumir funciones y competencias públicas. Este tipo de medidas son muy importantes para que Colombia avance de cara a la COP16”.
En otro de los apartes de su intervención, el experto recordó que “pensar que la cultura y la naturaleza son asuntos separados ha sido el principal error que hemos cometido como humanidad. Esta es la perspectiva de una cultura en particular que ha creído que la naturaleza va por un lado y los seres humanos por otro”.
“Entender que el hombre está por encima de la naturaleza, que puede explotarla, puede apropiarse de ella, es una perspectiva de una cultura en particular”, continuó Mejía, y recordó que los pueblos indígenas “tienen una perspectiva distinta, de convivencia, de trabajar con los otros seres de la naturaleza”. En ese sentido, advirtió que “los derechos no solo le corresponden al ser humano: también los árboles, también los ríos, también las plantas tienen derechos”.
También hizo una afirmación que llamó la atención del auditorio, y que tendrá sin duda ecos en la COP16. “Para los pueblos indígenas en general, el clima mismo no es el problema”, dijo Mejía. “El cambio climático es indispensable para que exista vida. Si no, no tuviéramos estaciones. Porque es que el clima es le lenguaje de la madre tierra y que nosotros no hemos sabido interpretar y que hemos utilizado desde una perspectiva meramente económica, meramente capitalista”.
Homicidios reportados en Colombia
El siguiente mapa, desarrollado por Esri Colombia, muestra información de homicidios reportados en Colombia por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
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