Aunque Carolina Sanín no menciona directamente a Claudia Morales, es claro que sus escritos son sobre ese caso, sobre todo porque menciona a la columnista Paola Ochoa, que invitó a varias periodistas y personalidades de los medios a denunciar casos de acoso.

Sanín, por ejemplo, dice que no le “parecen esas acusaciones del tipo ‘alguien con quien trabajé hizo x’, pues lanzan sospechas sobre una cantidad de gente que no hizo x”. La académica agregó: “No creo que el mal de la intimidación pueda atenuarse con el mal de la irresponsabilidad”.

“Si yo digo ‘Alguien de este edificio me robó, y sé quién es, pero no voy a decir quién es, solo voy a decir que vive en este edificio’, entonces convierto en sospechosos de robo a todos los habitantes de este edificio, entre los que puede haber, en principio, noventa y nueve personas honestas y un ladrón”.

Sanín, además, se refirió a las pistas que Morales ha dado sobre la persona que la agredió.

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“Y con ese ‘un hombre abusó de mí, pero no voy a decir quién, pero voy a decir que tiene una corbata azul, y que es poderoso, y el nombre tiene un número de letras que oscila entre cinco y dieciséis’ ¿no se dan cuenta de que están haciendo una cosa taimada y alimentando ese prejuicio según el cual las mujeres somos incapaces de decir nada de frente?”, escribió la escritora en la parte de comentarios de uno de sus textos.

“Si quieren contar su historia sin contar la de otro, ya que están en su derecho y a lo mejor es la opción prudente, digan ‘abusaron de mí’ y cuenten. Pero sin pistas equívocas, que solo generan falsos culpables y el morbo y el chisme. Es demasiado irresponsable y demasiado infantil eso”, añadió.

De otro lado, para Sanín, en casos como este, se deberían incluir los testimonios de las mujeres que han dicho ‘no’ y que han arriesgado muchas cosas por no tolerar abusos.

“Creo que esa, la que dijo ‘no’ y renunció, o denunció, esa es el ejemplo para las niñas y debe hablar también”.

Además, en otro ‘post’, la escritora se refirió a los casos en que las personas agredidas prefieren callar: “[Uno] puede defender su derecho a hacer o dejar de hacer algo por miedo. Y no solo está en su derecho, sino que a lo mejor también tiene la razón. Pero no por eso está en lo cierto al afirmar que la cobardía es una virtud”.