Hernández aseguró en W Radio que todo empezó al frente del bar El Parrando, cuando una clienta se refirió de manera despectiva y ofensiva a las mujeres transexuales. Según su testimonio, ella las llamó “animales” y exigió que las quitaran de la vía pública.

En ese momento, de acuerdo con su relato a la emisora, la dueña del establecimiento salió con unos palos para intimidarlas y llamó a la Policía. La representante de la comunidad LGBTI agregó que dos oficiales llegaron al lugar y empezaron a agredir a sus compañeras:

“Las empujaron, a una de ellas la botaron al piso y ahí comenzaron las agresiones”.

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Hernández reconoció en la cadena radial que una de las mujeres trans hirió a un policía en la ceja, pero insistió en que todo fue en defensa propia; al final, ambas fueron detenidas por el delito de ataque al servidor público.

Frente a esto último, la representante denunció en W Radio que en ningún momento el caso se manejó con perspectiva de género:

“En el juzgado se tuvo más en cuenta la agresión de la chica hacia el policía, y no la agresión de la Policía hacia las chicas. No hubo una perspectiva de género ni en el juzgado, ni en la policía, ni en la URI, entonces no se dio voz a las chicas. Aquí se violó el debido proceso”, comentó la vocera de la comunidad LGBTI en W Radio.

Las autoridades, por su parte, señalaron que “el procedimiento se hizo en el marco de la ley; de igual forma, las capturas fueron legales, ya que así lo determinó el juez de control de garantías”, recogió la emisora.

Llama la atención que la Policía Metropolitana de Tunja compartió una foto del incidente que parece ser la captura de un video, el cual, en dado caso de que exista, podría esclarecer lo sucedido. Esa imagen puede verla en el recuadro pequeño de la foto que abre esta nota.