Todo comenzó a finales de los años 70 en Medellín, cuando Orfa Inés Gómez, actualmente de 60 años de edad, tuvo su segundo matrimonio y se mudó con su nuevo esposo a Ibagué, dejando con su madre a tres hijos que había tenido en su primera relación, detalló El Tiempo.

Orfa Inés le contó al diario que, desde su infancia, sufrió maltrato familiar y no tuvo educación necesaria, razón por la que, según ella, a los 16 años se fue a vivir con un hombre de casi 40 años, quien resultó ser el padre de los tres menores que, posteriormente, abandonó con su madre. 

Mostrando arrepentimiento, la mujer contó en la entrevista que, por allá en los años 80, su madre le insistió varias veces para que fuera a recoger a sus hijos porque estaban pasando necesidades a pesar de que ella les enviaba dinero. Sin embargo, no fue por ellos porque estaba embarazada y esperaba su cuarto bebé.

Semanas después de la insistencia de su madre, ella viajó de Ibagué a Medellín con el objetivo de recoger a sus tres hijos, pero, cuando llegó se dio cuenta de que ya no vivían con la abuela. Sus familiares le contaron lo ocurrido: a los niños se los había llevado una pareja de holandeses contactada por la progenitora de Orfa, añadió el portal.

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40 años después, esta mujer se atrevió a contar su historia porque los hijos de su segundo matrimonio la apoyaron para que comenzara la búsqueda de sus primeros tres retoños, que en la actualidad deben tener entre 30 y 40 años.

“Yo sé que era muy joven e inmadura en ese momento, pero yo los amo, yo soy su mamá. Cuando intenté buscar centros de adopción me decían que el lugar donde los habían entregado ya no existía”, dijo Orfa a El Tiempo.